El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, condenó el lanzamiento de un misil de largo alcance por parte de Corea del Norte como una amenaza para la seguridad de la región y de Estados Unidos.
Previamente, la asesora de Seguridad estadounidense, Susan Rice, dijo que se trata de una «violación desestabilizadora, provocadora y flagrante» de numerosas resoluciones de las Naciones Unidas y que tendrá «consecuencias serias».
También Japón condenó el hecho como una amenaza para la paz y la seguridad mundial. El portavoz del Gobierno, Yoshihide Suga, dijo que Japón expresará con vehemencia su protesta al régimen de Pyongyang.