En declaraciones a Radio el Mundo, Morales además acusó al histórico dirigente bonaerense, Leopoldo Moreau, de haber hecho «un planteo cuasi oficialista» en la Convención Nacional que se desarrolló desde el viernes y hasta el sábado en Vicente López.
La Convención, que debió suspenderse ayer ante la falta de quórum para sesionar en medio de fuertes cuestionamientos al alfonsinismo por el fracaso electoral del 23 de octubre, había sido convocada con el objetivo reformar la Carta Orgánica y establecer, entre otros puntos, la elección directa de las autoridades partidarias.
Durante el primer día del cónclave ambos dirigentes mantuvieron un duro cruce verbal, respecto al desempeño electoral de la UCR y la alianza con el peronista disidente Francisco De Narváez, que no pasó a la agresión física gracias a la intervención de otros correligionarios.
Allí, Morales le recordó a Moreau los pobres resultados que obtuvo como candidato presidencial en la elección del 2003, en no alcanzó el 3% de los votos y el bonaerense lo increpó acusando a la actual conducción partidaria de «hacer antikirchnerismo bobo» y de «darle la espalda a sus principios».
El senador jujeño juzgó como un «arduo debate» el desarrollado en el Centro Asturiano de Vicente López, en el que los distintos sectores internos protagonizaron algunos incidentes, que incluyeron el revoleo de botellas de plástico y porciones de torta de ricota.
«Creo que ha sido una muy buena Convención, hemos tenido un arduo debate», sostuvo, al tiempo que justificó: «Somos un partido de hombres y mujeres de muchas convicciones. No somos un club se señoritas».
Morales señaló también que «va haber que seguir el 16 (de diciembre)», el debate interno, cuando se reúna el Plenario de Delegados que deberá elegir al sucesor de Ernesto Sanz, al frente del Comité Nacional y en donde aseguró, el alfonsinista Movimiento de Renovación Nacional (Morena) «tiene mayoría» para imponer su candidato.
En ese sentido, se pronunció a favor de la postulación a presidir el partido del intendente saliente de Santa, Mario Barletta -quien ya se reunió en dos oportunidades con el ex candidato presidencial Ricardo Alfonsín- aunque reconoció que en el MoReNa «todavía no hay una definición» al respecto.
«Un nombre del Morena como Mario Barletta tendrá que ser el nuevo presidente del partido», aseveró.
Barletta está a punto de poder sortear el obstáculo que le impedía convertirse en presidente del Comité Nacional, ya que el radicalismo santafesino trabaja contra reloj para convertirlo en delegado al Comité Nacional (requisito que la Carta Orgánica establece para quien pretenda conducir la UCR) antes del Plenario que se desarrollará a mediados de diciembre.
Por otra parte, Morales aseguró que el «desafío que tiene el radicalismo es mantener representación social», al tiempo que negó que el más que centenario partido haya entrado en crisis tras el tercer lugar que obtuvo en las generales del 23 de octubre.
«El radicalismo es un partido que no está en crisis. Ha tenido una derrota electoral de la que tiene que sobreponerse», afirmó uno de los principales operadores del alfonsinismo, quien reconoció que «se han cometido errores» en la estrategia electoral del partido, de cara a las presidenciales.
Por último, el senador sostuvo que la UCR «necesita de dirigentes que tengan votos, porque acá hay dirigentes que no los votan ni los parientes».
