Al menos 20 personas murieron este domingo en un ataque perpetrado por hombres armados con bastones y armas blancas contra un templo sufí en Pakistán, informó la policía.
Entre las víctimas mortales del ataque contra el santuario de Mohamed Ali ubicado en la provincia de Punjab, hay cuatro mujeres, indicó la policía, que detuvo a tres sospechosos, entre ellos el guardián del templo.
«Abdul Waheed, el guardián del santuario, de 50 años, confesó que mató a estas personas ya que temía que vinieran a matarlo», dijo el comandante de la policía regional, Zulfiqar Hameed.
«El sospechoso parecía tener síntomas psicóticos y paranoicos o podría estar relacionado con rivalidades por el control del templo», agregó el funcionario. Otras cuatro personas resultaron heridas en el incidente.
Al parecer, el custodio habría empleado «golpizas y torturas» con los fieles para «purificarlos».
El jefe del gobierno regional de Punjab, Shahbaz Sharif, pidió que se le entregara en menos de 24 horas un informe sobre la investigación, informó un funcionario del gobierno.
La peregrinación a los templos y la entrega de limosna a los pobres y de dinero en efectivo a los guardianes de los templos, son costumbres populares en Pakistán, donde muchas personas creen que esto ayuda a que sus plegarias sean escuchadas.
El sufismo, rama mística y tolerante del islam llegó a Pakistán a través de predicadores errantes en el siglo XIII.
Se calcula que en el país todavía hay millones de practicantes del sufismo, aunque en las últimas décadas esta rama del islam ha perdido adeptos frente a otras interpretaciones más conservadoras.
Grupos como el Estado Islámico o los talibanes han atacado en varias ocasiones a esta comunidad, a la que consideran como herética.