Después de 40 años de fructífera labor evangelizadora, la Congregación de Misioneros de Nuestra Señora de La Salette dejarán la ciudad de La Banda.
La noticia fue confirmada a LA BANDA DIARIO por los miembros de la comunidad que cumplen con su misión en la Cuna de Poetas y Cantores.
Según se pudo saber, los misioneros de La Salette permanecerán en esta ciudad hasta Diciembre de 2023. A partir de Enero 2024, la parroquia situada en el barrio Quilmes (Aristóbulo del Valle y Domingo Juárez) pasará a depender de la Diócesis de Santiago del Estero.
Cabe recordar que los misioneros de La Salette arribaron a La Banda a fines de la década del 70 principios de los 80. Muchos seguramente recordarán las históricas Misas de Sanación que se solían realizar los días viernes.
Durante muchos años, cientos de colectivos colmados de fieles (provenientes de distintos puntos del país) llegaban para orar y pedir sanación por algún problema físico. En este sentido, hay incontables testimonios de personas que recibieron la Gracia de Dios.
Durante muchos años, la parroquia La Salette fue el epicentro de la Renovación Carismática. Es así que el Espíritu Santo derramó abundante bendiciones y muchas personas recibieron dones y carismas que luego los volcaron en favor de la comunidad.
En este sentido un grupo de mujeres recibieron el don de la Palabra de Conocimiento, sólo por nombrar algunas de las innumerables bendiciones derramadas en la comunidad.
Seguramente muchas personas fueron marcadas a fuego por los sacerdotes que pasaron por La Banda como ser el padre José Frydryk; Santiago Lowery; Juan Miguel Garvey; Roberto Butler; José Daniel Centeno (quien partió a la Casa del Señor el pasado 20 de febrero 2023); Rubén Darío Sangenis; como no recordar al padre Juan Francisco Higgins; Joseph Peethuruthel; Ariel Muratore. Actualmente se encuentra el padre Fernando Altamiranda junto al hermano Pedro Battistini.
Cada uno de estos presbíteros fueron sembrando la Palabra de Dios en los corazones de los feligreses que concurrían a la parroquia.
Fruto de ese trabajo evangelizador surgieron vocaciones sacerdotales, como el caso de José Luis Aguilar (bandeño) y Diego Armando Díaz (vivía a escasos metros de la Casa Parroquial), quien se formó en Córdoba, y en una emotiva ceremonia se ordenó sacerdote en la parroquia Nuestra Señora de La Salette.
Sin dudas, los Misioneros de La Salette dejarán una huella profunda. A lo largo de 40 años enseñaron amar a la Virgen María, esparcieron sus enseñanzas en las 16 pequeñas comunidades que componen la gran familia salettense.
A partir del 2024, los miembros deberán continuar con la misión evangelizadora. Haciendo hincapié en la conversión de los hombres y mujeres, tal como lo pide Nuestra Señora de La Salette quien siempre espera, con sus brazos abiertos, a sus hijos.
