Un vuelo de línea arribó al Aeropuerto de Bariloche, que permaneció cerrado por casi cuatro meses debido a la erupción del volcán chileno Puyehue.
El avión, perteneciente a Aerolíneas Argentinas, arribó a esa terminal a‚rea pasadas las 10:30, tal como estaba anunciado. El aeropuerto no recibía vuelos comerciales desde el pasado 4 de junio, cuando se produjo la erupción del Cordón Caulle Puyehue.
Durante ese lapso sólo llegaron algunos vuelos comerciales de Andes, pero el resto de las aerolíneas se negaban a volar por condiciones de seguridad adversas y presencia de cenizas en suspensión.
El pasado 30 de agosto, finalmente, la Administración Nacionalde Aviación Civil (ANAC) informó que había operado el avión verificador que testeó la radio ayuda de aproximación, comprobando en vuelo que el servicio está sin restricciones, por lo que dejó el I.L.S. del Aeropuerto de Bariloche en servicio.
Por lo tanto, el funcionamiento del aeropuerto «dependería de las aerolíneas y la meteorología». Por otra parte, el concesionario Aeropuertos Argentina 2000 trabajó en la limpieza de la pista, calles de rodaje y plataforma con un aglutinante (lingosulfonato), por lo que dejó al aeropuerto en perfectas condiciones.
La presencia de ceniza volcánica en superficie es monitoreada permanentemente y se evalúan constantemente las condiciones de seguridad operacional. No obstante en los días siguientes los aviones continuaban sin llegar a Bariloche y se realizaron nuevas gestiones ante el Ministerio de Defensa dela Nación y el Servicio Meteorológico, para que cuente con el equipamiento necesario para medir las partículas en el aire, tal como reclaman las aerolíneas.
Este sábado, pasadas las 10:30, llegó el vuelo 1684 de Aerolíneas y fue recibido con mucho optimismo, a pesar que el intendente, Marcelo Cascón, reconoció que la continuidad de las operaciones en el aeropuerto local depender de las condiciones meteorológicas.
El jefe comunal dialogó con el piloto, quien le trasmitió que las condiciones fueron buenas y le manifestó optimismo por el comienzo del movimiento, al tiempo que remarcó que «es el primer paso» y ahora resta ver cómo siguen las condiciones en torno a las cenizas volcánicas.
