Una joven del barrio Villa del Carmen fue detenida por haberse ausentado de su casa y abandonado, con una estufa encendida, a su hija de apenas 3 años. La denuncia fue radicada por la tía de la menor.
Una vecina escuchó a la chiquita llorar en forma incesante a las tres de la madrugada. La mujer golpeó a la puerta de la casa y no la atendió nadie. Entonces, alertó a la tía de la nena, quien vive a pocas cuadras.
La tía arribó a la vivienda cerca de las 4 de la madrugada, golpeó a la puerta, pero nadie respondió. Su sobrina, la pequeña de 3 años, vive con su hermana, de 21 años.
Cansada de esperar, la mujer descubrió que la casa no tenía medidas de seguridad alguna y por lo tanto, ingresó al inmueble y descubrió a su sobrinita llorando en la cama. Junto a ella había una estufa encendida.
La tía la arropó, le dio leche y después se trasladó a una comisaría y radicó una denuncia en contra de su propia hermana, quien se habría ausentado para ir a ver a su novio, deslizaron los voceros policiales.
Alertada, la fiscal Andrea Juárez dispuso una exhaustiva investigación a los efectivos policiales. Las conclusiones no fueron las mejores, ya que los vecinos habrían informado que no era la primera vez que se retiraba, más otros detalles y anécdotas que desdibujarían el teórico rol de progenitora y protectora.
Ya de regreso a su casa, la joven enfrentó las consecuencias de sus actos, con numerosas funcionarias policiales poniéndola en órbita.
La fiscal la imputó por «abandono de persona calificado» y requirió su inmediata detención, medida que le fue concedida por la jueza de Género, Cecilia Laportilla.
El Liberal