Uno de los mayores pedófilos de Latinoamérica fue detenido este jueves en el Barrio Chino tras una larga investigación del área de Interpol de la Policía Federal Argentina. Se trata de Peter Francis Kennedy, de 63 años, que se escondía desde hacía tiempo en la Argentina gracias a un documento falso con domicilio en Nueva Córdoba.
Kennedy era buscado por la Justicia de Colombia, imputado por explotación sexual de menores. De acuerdo a la investigación, alquilaba departamentos en la ciudad de Cali para violar niños, niñas y adolescentes y también incurría en prácticas de zoofilia.
El detenido cuenta con varias nacionalidades y aseguró ser austríaco al momento de su arresto. Tenía en su poder un DNI argentino trucho número 60 millones. Una de las curiosidades es que el domicilio fiscal declarado ante AFIP era en barrio Nueva Córdoba, de la capital provincial.
En este tiempo prófugo salió e ingresó al país en distintas ocasiones, usando varias nacionalidades.
Tras ser esposado, fue trasladado a una celda de la central de la Policía Federal. Su proceso de extradición está a cargo del titular del Juzgado Federal N°3 de Córdoba, Miguel Hugo Vaca Narvaja. Por el momento, las autoridades no tienen indicios de que haya abusado de menores en la Argentina.
La investigación comenzó con una alerta que llegó desde la oficina de Interpol en Bogotá. Tras chequear los registros de la Dirección Nacional de Migraciones, se descubrió que Kennedy tuvo varias entradas y salidas del país.
Con información que aportó la Interpol Colombia, los efectivos desplegaron amplias tareas de campo durante varios días. Fue así que luego de consultar en la Dirección Nacional de Migraciones, se determinó que el pedófilo registraba varios ingresos a la República Argentina, y había declarado diferentes domicilios en la ciudad de Córdoba.
Con el avance de las pesquisas, los federales comprobaron que antes de publicarse su captura internacional, el hombre tomó un vuelo rumbo a Brasil con escala en San Pablo y destino final en Fortaleza.
En este sentido, por medio de una estrecha colaboración con los agentes de Brasilia, se logró establecer que a comienzos de septiembre, el hombre viajó rumbo a Foz de Iguazú, donde habría adquirido una identidad falsa con la que posteriormente ingresó a nuestro país.
Luego de tareas de inteligencia criminal basadas en el análisis de listados de llamadas e impactos de antena sobre el teléfono celular, los oficiales establecieron que Kennedy estaba a punto de hacer una transacción en una escribanía de la calle Rodríguez Peña, en la Ciudad de Buenos Aires.
Al mismo tiempo, el Departamento Técnico del Cibercrimen localizó el telefónico del pedófilo, lo que permitió montar un operativo encubierto en la zona que culminó con la captura del prófugo en la vía pública, sobre la calle Mendoza al 1700, dentro del barrio Chino ubicado en el barrio de Belgrano.
Tras atraparlo, la Justicia procesó a Kennedy por múltiples delitos como “demanda de explotación sexual comercial de persona menor de 18 años de edad, con circunstancia de agravación punitiva”, “acto sexual violento” y “acceso carnal abusivo con menor de 14 años”.
También por “uso de menores de edad para la comisión de delitos con circunstancia de agravación punitiva, en concurso heterogéneo con uso de menores de edad para la comisión de delitos”, entre otros crímenes aberrantes.
