La Argentina realizará cambios a su oferta para reestructurar su deuda en los “próximos días”, confirmó el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien encabeza las negociaciones con los acreedores para acercar posiciones, luego del rotundo fracaso de la propuesta original. Es la postura que adelantó esta mañana Infobae, el día que la Argentina entrará técnicamente en default.
Según remarcó el titular de la cartera económica, las discusiones «avanzan por un sendero positivo”, aún en un escenario en el que el país incumplirá el pago de USD 503 millones de cupones de los bonos globales que vencen hoy, y entrará técnicamente en default.
Las declaraciones de Guzmán a la agencia Reuters aparecen luego de que ayer el ministerio que conduce emitiera una comunicación con la información de que el plazo de negociación, que también vencía hoy, se extenderá hasta el 2 de junio a las 17 hora de Nueva York. “Las negociaciones continúan por un sendero que consideramos positivo. Mi visión es que estamos experimentando un mayor entendimiento mutuo entre las dos partes”, enfatizó el funcionario.
Además, añadió que “aún hay una importante distancia que cubrir, pero todas las partes están a la mesa para encontrar una solución. Para la Argentina, es la esencia que el acuerdo esté alineado con la capacidad de pago del país”.
Los acreedores realizaron contrapropuestas a finales de la semana pasada luego de rechazar una oferta inicial del Gobierno, que incluía un período de gracia de tres años, un recorte del 62% en el pago de cupones y la postergación de vencimientos hasta el 2030 y más adelante.
Sobre la extensión del plazo de negociación, el ministro remarcó que la razón es “técnica”, ya que están planeando realizar modificaciones con el objetivo de alcanzar un acuerdo sostenible con los acreedores, dijo el ministro. Guzmán prefirió no realizar comentarios sobre si el Gobierno pagará o no los USD 503 millones, pero fuentes oficiales confirmaron que no se abonará y que los titulares de los títulos serán informados el martes de la semana próxima, ya que el lunes es feriado.
Bajo este escenario, la Argentina ingresaría en el noveno default de su historia. Esta cesación de pagos, de todos modos, podría ser temporal, dado que las negociaciones con los acreedores privados parecen avanzar. Así lo dio a entender también ayer el representante del fondo Greylock Capital, Hans Humes, en una conferencia virtual organizada por el Wilson Center. “Hay un deseo de resolver las negociaciones”, dijo el inversor.
En el comunicado publicado ayer en el que fue oficializada la prórroga por diez días del plazo, Economía afirmó que «continúa recibiendo opiniones y sugerencias de inversores acerca de diferentes caminos para mejorar el valor de recupero”. «La República se encuentra analizando estas sugerencias para maximizar el apoyo de los inversores, preservando al mismo tiempo sus objetivos de sostenibilidad de la deuda”, indicó.
El Gobierno tiene dos opciones: presentar una enmienda a la propuesta presentada el 20 de abril de forma unilateral, aunque considerando las contraofertas de los tres grupos de acreedores, o informarle a la Securities & Exchange Commission (SEC) una nueva oferta previamente consensuada con los tres comités de bonistas. En el mercado creen que esta alternativa es la más viable, ya que las autoridades no se arriesgarían a obtener un nuevo rechazo masivo.