La ciudad de La Banda y en especial la Arquidiócesis de Santiago del Estero, vivió un momento de mucha alegría por la ordenación diaconal de Ramón Silva. La celebración se concretó este viernes en la parroquia Santiago Apóstol y se vivieron momentos de mucha alegría y emoción.
Antes de la bendición final, el flamante diácono de la iglesia santiagueña agradeció, en primer lugar, «a Cristo Rey. A ese Cristo que se me apareció en mis padres, en mis amigos y luego en mis hermanos que conocí en el seminario».
Añadió, «el seminario ha sido una de las mejores etapas de mi vocación al sacerdocio. Hace poco, hice un retiro y el predicador me invitó a ver ese Cristo que no sólo nos busca sino que también nos sigue; ese Cristo Rey que me ha seguido a mí durante mi vida vocacional en el seminario».
Ramón Silva destacó, «cada sacerdote que ha pasado por mi vida ha colaborado en mi formación y para que yo pueda estar en este momento. Cada uno de ellos con sus carismas y particularidades me enseñaron a ser servidor de ustedes».
Por otra parte destacó, «desde un principio Cristo me aconsejó; no bajó del cielo sino, como dije al inicio, se presentó en cada una de las personas que pasaron por mi vida y que me hablaron de Dios y me enseñaron a querelo».