El denso, oscuro y complejo mundo de la trata de personas con fines de explotación sexual sufrió un duro golpe ayer, cuando fuerzas federales y provinciales irrumpieron en la zona del bajo con diez allanamientos. Oprimidas, ultrajadas en todos sus derechos y sin chances de liberarse de las garras de la trata, quince mujeres fueron rescatadas tras el operativo en los barrios San Antonio y Ceferino.
Desde hace un tiempo considerable, investigadores salteños ligados a fuerzas federales y provinciales estaban abocados a desarticular una red de trata de personas que explotaba a mujeres en esa zona de la ciudad. A través de diferentes métodos investigativos y distintas acciones, los sabuesos lograron meterse en el repugnante universo de la explotación de mujeres.
Por un lado, se logró precisar que las jóvenes oriundas de otros puntos de la provincia y algunas de esta capital eran atraídas mediante redes sociales como Facebook o también por intermedio de mensajes directos de WhatsApp -las integrantes de la red se encargaban de conseguir el contacto- donde les ofrecían una oportunidad “laboral digna”.
Ante la imperiosa necesidad de conseguir algo, las muchachas accedían y tenían un vínculo personal con la o las personas que las contactaban. Era el principio del fin de un calvario inimaginable.
De esa forma, las captadoras de mujeres lograron atrapar a un número importante de víctimas a quienes violentaron todos sus derechos.
Según fuentes de la investigación consultadas por El Tribuno, las mujeres de la red de trata estaban en una situación de precariedad absoluta.
El interior de una de las habitaciones en una casa de la zona del bajo.
Un cliente de la zona del bajo, donde dependiendo de la época suele haber una cantidad importante de mujeres que se prostituyen, le confió a este matutino que las chicas en esos lugares -las casas que fueron allanadas- padecían una falta de higiene total. “Los preservativos, por ejemplo, los arrojaban a la calle o al canal, si te acercas podes ver la cantidad de ‘forros’ que tiran”, sostuvo el hombre, quien por cuestiones de seguridad prefirió no develar su identidad.
El vecino señaló además que por “pase” -el acceso a tener sexo con alguna de las mujeres explotadas- cobraban entre “300 y 500 pesos”. “Muchas de las habitaciones o lugares donde te hacen pasar no cuentan con camas, hay colchones tirados en el piso. Cuando entras, en los pasillos hay preservativos tirados y ese tipo de cosas”, apuntó.
Según las fuentes, en la zona del bajo hay épocas en las que pueden llegar a trabajar hasta 50 mujeres, entre mayores y menores de edad. Las redes de trata que se generan en esos suburbios son integradas por las mismas chicas que trabajan y comienzan con la prostitución para pasar luego, después de más de una década en algunos casos, a ser quienes controlan a las jóvenes captadas.
Elementos de prueba
En la investigación intervinieron efectivos de la División Prevención y Lucha contra la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas de la Policía de Salta, dirigida por el Fiscal Coordinador del Distrito Salta doctor Eduardo Villalba en representación de la Justicia federal y por el doctor Rodrigo Miralpeix, a cargo de la Unidad Fiscal Delitos Contra la Integridad Sexual 2 en representación del Ministerio Publico Fiscal. Los efectivos lograron establecer la identidad de personas vinculadas a la explotación de la prostitución de mujeres en diversos domicilios ubicados en barrio San Antonio y Ceferino.
Por la causa de trata de personas, explotadas sexualmente, se rescató a 16 jóvenes y se demoró a cinco mujeres integrantes de una presunta red de trata, tres de ellas tenían orden de detención. En los procedimientos se secuestraron cajas de preservativos, consoladores, celulares, anotadores (registros), ropas, lencería y dinero en efectivo, unos 71 mil pesos aproximadamente. Mientras que por la causa de facilitación a la prostitución se rescató a una víctima y detuvieron a dos personas, una mujer y un hombre.
Las fuentes consultadas señalaron que en los últimos tres meses son al menos 30 las mujeres liberadas de distintas redes de trata de personas que las captan para explotarlas sexualmente. Víctimas de distintos puntos de la provincia.
El Tribuno
