“Estoy en camino a la cancha de Argentinos Juniors, para participar del #PartidoHomenajeRotary, junto a todas las glorias de Argentinos. Seguramente al entrar van a estar conmigo mis viejos, Don Francis Cornejo, Don Yayo Trotta, Los Cebollitas, Don Próspero Cónsoli, Juan Carlos Montes, Antonio D’Accorso, Don Victorio Spinetto, Delém, el Zurdo López, y mis ex compañeros, como en los viejos buenos tiempos…”.
Así anticipó su llegada Diego Armando Maradona al estadio del Bicho en su cuenta de Instagram. Pelusa ya había asegurado que iba a estar presente en el partido homenaje a Sergio Gendler, periodista y amigo del Diez, fallecido en junio de este año a causa de una cáncer intestinal. Las palabras del actual DT de Gimnasia y Esgrima La Plata fueron acompañadas con tres fotos de la época en que defendió los colores del elenco de La Paternal, donde dio sus primeros pasos en el fútbol y se forjó como profesional.
Minutos después, lo prometido se cumplió. Rodeado por varios agentes de seguridad, fanáticos y periodistas, Maradona bajó de su camioneta e ingresó al recinto. Fue ahí cuando sorprendió con un cambió de look: con su característica barba canosa cortada al ras, los costados de su cabeza rapados casi hasta el cuero cabelludo y peinado con gel hacia su costado derecho.
Con lentes de sol oscuros y una sonrisa, el campeón del mundo de 1986 atendió a la prensa y se mostró emocionado por estar presente allí. “Esta es mi casa, de acá nunca nos vamos, sobretodo los pibes que salimos de Argentinos. Hoy tendrían que tener la cancha del Barcelona con todos los millones que ganaron con nosotros. Sin embargo, tenemos una cancha chica, linda, coqueta, hermosa pero te duele porque vaciaron el club y eso da bronca”, lanzó el Diez.
Además, confesó que recuerdo se le vino cuando vio la fachada del estadio de Argentinos. “Se me vino a la cabeza cuando Montes me dijo ‘prepárese que va a entrar’ y me temblaban las piernitas como dos palos de escoba. La gente de Argentinos siempre se portó bien conmigo”.
Maradona dejó una declaración al agradecer que la cancha lleve su nombre e hizo un pedido especial para cambiarle el nombre: “Eso ya es demasiado. Me gustaría que se llamara como mi viejo, que no lo tengo más y lo extraño muchísimo. El venía siempre al palco a verme y la gente lo saludaba”. Lo llamativo, más allá del particular encargo en honor a su progenitor, es que el nombre del recinto no se modificaría ya que el padre también se llamaba Diego Maradona.
Una vez que ingresó a las instalaciones y pasó por el vestuario, Diego le regaló una linda postal a todos los fanáticos del Bicho al salir por la manga inflable que tiene su figura con la camiseta del club puesta. Maradona caminó por el césped del campo de juego y hasta se unió a la hinchada en los cantitos de manera eufórica: “Diego es del barrio, del barrio Paternal”.
Una vez que ambos equipos estaban alineados para dar comienzo al cotejo, una banda entonó el Himno Nacional y el Diez atinó a dirigir con su dedo índice a los músicos para después cantar casi hasta las lágrimas las estrofas de la canción patria.
Una vez sentado en el banco de suplentes para apreciar en primera fila la acción, se le apareció al lado Sergio Batista, con quién había mostrado públicamente algunas difrencias luego de que el Checho lo reemplazara como DT de la Selección en 2010. Sin embargo, a modo de reconciliación, Maradona saludó a su ex compañero de manera amistosa y hasta declaró que harían “una dupla bárbara” como entrenadores.
Lejos de terminar con su show, el Diego retrasó el inicio del encuentro ya que decidió volver al campo de juego y dar un emotivo discurso. “Les pido perdón si alguna vez le grité un gol a Argentinos. De verdad. Hay muchos que hablan pero que no saben cuánto pesa la Copa del Mundo, papá. No lo saben y hablan. Este Cebollita levantó la Copa del Mundo.
Para todos los muchachos que vinieron hoy, les agradezco con el corazón. Yo tengo dos sueños: ver como crío a mis nietos y después volver a tener el Semillero del Mundo, que eramos nosotros. Los quiero mucho ¡Ganen el campeonato, la puta madre!”, expresó.
Y como cierre se despachó entonando el conocido tango “El Sueño del Pibe” de Reinaldo Yiso y Juan Puey. “La estoy luchando con Gimnasia, pero algún día me gustaría estar en este banco. Quédense tranquilos”, concluyó ante una lluvia de aplausos.