Diseñadores y famosos esperan ansiosos "mostrase" en los Martín Fierro

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Cuando vemos a una famosa desfilar por la alfombra roja de los premios Martín Fierro y posar ante las cámaras con su glamoroso look, lo más probable es que no se trate de un estilismo resuelto de un momento a otro. La ceremonia además de ser un evento para premiar a los personajes más destacados del ambiente de la televisión y la radio, también se convirtió en uno de los eventos más esperados del mundo de la moda.

Así como ocurre en los premios Oscar o en Cannes, vestir a una celebrity es una de las vidrieras más atractivas tanto para diseñadores como para las marcas. Millones de televidentes van a seguir el evento y se van a nutrir de los looks que cada famoso lleve.

“La moda es un trabajo que de frivolidad no tiene nada. En la alfombra roja se gestan contratos, se buscan las figuras con las que vas a trabajar a lo largo del año. En Argentina pasa como en el mundo pero a menor escala. Las famosas necesitan ropa todo el año para ir a la televisión, las publicidades, las revistas y una forma de retribución es elegirte para que las vistas en los Martin Fierro”, explicó a Infobae.com el diseñador Laurencio Adot, quien en esta edición vestirá a Sofía Zamolo, Julieta Prandi, Selva Alemán y Jorgelina Aruzzi.

“Es la reunión del año donde están todos los artistas, todos están mirando a las famosas esa noche. A mí me honra vestirlas, es devolver un poco a nosotros los diseñadores que todo el año apostamos a ellas. Es un negocio pero también una fiesta donde podemos mostrar nuestro trabajo”, expuso.

La mayoría de las famosas eligen por llevar un diseño de autor para estar a la altura de un evento de gala y asegurarse que nadie va a llevar el mismo vestido. Algunas resuelven un mes antes con quien se van a vestir, otras aparecen a último momento sin siquiera hacer una prueba de vestuario previa.

Por lo general, la prenda es prestada para la ocasión y luego se devuelve. El modisto en cuestión gana exposición mientras que la actriz luce un diseño exclusivo sin pagar por ello. Todos ganan.

“Las actrices tienen como una cercanía con la gente y con el público en general, muy fuerte. La gente se siente más cercana y más identificada. Hay un vinculo mucho más cercano con la gente, no es como un desfile de moda”, explicó Pablo Ramírez, que además anticipó que este año vestirá a Carola Reyna, Mercedes Morán, Agustina Cherri y Belén Blanco.

“Ellas me buscan a mí, yo jamás llamé a nadie porque no me parece. Vienen a contarme que les gustaría lucir y yo pienso en algo para ellas”, señaló el modisto al tiempo que señaló que no le interesa vestir a cualquier famoso. “Tiene que ser alguien que me guste como actúa, que admire, alguien que me gustaría ver cómo luce mi ropa”, destacó.

Y agregó: “Vestir a una estrella para los Martin Fierro es algo delicado, no es fácil. En la alfombra roja te estás jugando tu imagen y dependés de qué hace esa persona esa noche con tu vestido”.

“A veces pasa que les dio un buen resultado mi vestido, quieren repetir la experiencia pero por ahí quieren cambiar. Sumar color, transparencia y bordado, todo en un vestido, y no es mi estilo. Por ahí pasa que no estamos de acuerdo. Con Carla Peterson me pasó que ella usó un diseño mío para los premios y ganó. Quiso repetir pero quería color y no va conmigo. Nos encontramos de casualidad en París y la acompañé a elegir su vestido”, relató Ramírez.

Algunas famosas quieren ir más allá y buscan sus outfits en diseñadores extranjeros. En ese sentido, una de las marcas que más apuesta en este tipo de eventos es Carolina Herrera. Hace casi tres años que la firma abrió su local en Buenos Aires pero desde hace ocho que tiene presencia en los Martín Fierro.

La primera en lucir un diseño de ella en la ceremonia fue Inés Estévez y desde aquel momento se mantuvo ese vínculo entre la actriz y la marca. El trato es más que especial ya que los vestidos que se seleccionan para la ocasión forman parte de las colecciones de alta costura y son traídos desde el exterior exclusivamente para la gala.

También puede suceder que aparezca en escena una marca poco conocida, aunque es casi una excepción. En la alfombra roja de los Martin Fierro el ejemplo más resonante es el de Eugenia “la china” Suárez que suele elegir a Penny Love, una pequeña marca de la que ella es imagen desde hace algunos años. Pero esos casos suelen darse más en una fiesta de una revista o en un cocktail, en el que alguna famosa luce un outfit que simplemente le gustó sin ser de un diseñador de renombre.

En el mundo, el vínculo entre las marcas y los famosos puede llevar largos meses hasta definirse. Nada de loque visten los famosos es casual a la hora de atravesar la alfombra roja y es una tendencia internacional, que cuanto más crece el diseño de autor local más se consolida en el país.

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