Novak Djokovic puso a prueba una vez más su imbatibilidad con un gran triunfo sobre el número uno del mundo, Rafael Nadal, a quien venció en la final del Masters 1000 de Miami, tal como lo hiciera días atrás en Indian Wells.
El serbio, segundo preclasificado del torneo californiano, se impuso por 4-6, 6-3 y 7-6(4) en 3 horas y 21 minutos de juego y de esta manera llegó a las 24 victorias consecutivas en lo que va de la temporada, las cuales le valieron cuatro títulos ATP.
«Es la mejor final que he jugado en mi carrera», manifestó tras el partido el ganador, que se convirtió de esta manera en el cuarto tenista en conseguir la «triple corona» –el Abierto de Australia, Indian Wells y Miami- detrás de Pete Sampras (1994), Andre Agassi (2001) y Roger Federer (2006).
El español salió decidido a frenar al imparable «Nole» y logró dos quiebres en el primer parcial (los primeros y únicos que sufrió el campeón en todo el certamen) para tomar una ventaja de 5-1. Hasta allí, pocos pensaban en una histórica remontada.
Pero Nadal no logró mantener el ritmo, Djokovic subió su nivel y elevó al máximo la exigencia de su rival, que de a poco empezó a perder contundencia. El segundo parcial se lo llevó gracias a la rápida ventaja que obtuvo en el comienzo (sacó 3-0).
Ya en el set decisivo, ninguno perdió su servicio, por lo que la definición se encaminó al tie break. Allí el serbio hizo gala de la contundencia que mostró a lo largo de los tres meses de la temporada y se quedó con un triunfo que le permite, además, acortar ventaja en el historial frente al español, quien ahora lidera la serie por 16 a 9.
Los próximos torneos serán clave para saber si Djokovic puede ir por más y convertirse por primera vez en su carrera en el número uno del mundo.
Fuente: Infobae
