El presidente estadounidense, Donald Trump, llegó el lunes a India en su primer viaje oficial a este país, que le ha preparado un recibimiento por todo lo alto con un encuentro multitudinario junto al primer ministro Narendra Modi y una escapada al Taj Mahal.
El primer día de esta visita es una jornada muy bien orquestada entre el mandatario estadounidense y el primer ministro indio para poner de relieve la buena sintonía a nivel personal entre ellos, pese a las diferencias que mantienen en el plano comercial por sus respectivas posiciones proteccionistas.
El presidente norteamericano y la primera dama, Melania Trump, llegaron al aeropuerto internacional de Ahmedabad, del estado occidental de Gujarat, a las 11.55 horas (6.05 hora GMT) donde fueron recibidos por el primer ministro indio, Narendra Modi.
La agenda de dos días de Trump comenzó enseguida con una visita al emblemático ashram Sabarmati, en Gujarat, donde vivió el pacifista Mahatma Gandhi durante varios años.
El evento central de esta jornada es una manifestación multitudinaria en el nuevo estadio de Motera, donde las autoridades esperan a cerca de 100.000 espectadores para el “Namaste Trump”, una de las mayores recepciones ofrecidas en este país a un mandatario extranjero.
Responsables indios y estadounidenses tratarán los temas de fondo en una serie de entrevistas bilaterales el martes en Nueva Delhi. India es un aliado estratégico para Estados Unidos en Asia, en quien ve un posible contrapeso al auge de China en la región.
Artistas locales, bailarines, músicos y cantantes, entre otros representantes de la cultura local, se preparaban para ofrecer un espectáculo sobre la enorme tarima instalada en el estadio, desde la que se espera que tanto Modi como el presidente estadounidense se dirijan a la multitud.
Las visitas de Trump suelen incluir pocas visitas turísticas, aunque en esta ocasión el presidente y la primera dama acudirán al Taj Mahal.
Este recibimiento es una versión ampliada del acto celebrado el pasado septiembre en un estadio en Houston (EEUU), donde Trump y Modi participaron en un evento ante decenas de miles de miembros de la comunidad de indios en el país.
El encuentro entre el magnate inmobiliario y el hijo de un vendedor de té alienta la posibilidad de que ambas naciones puedan aliviar las fricciones que se han desarrollado recientemente en el ámbito comercial, con la imposición de tasas arancelarias o la decisión de EEUU de retirar el pasado junio al país asiático del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP).
La visita llegaba también en un momento crucial para Modi, también populista y que ha gobernado durante un brusco declive económico, sin cumplir sus promesas electorales sobre creación de empleo. Cuando Trump aterrizara en Delhi el lunes por la noche, encontraría una capital bulliciosa y colorida, pero salpicada de proyectos de construcción a medias debido a la falta de financiamiento.
