
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado este domingo que goza de “muy buen estado de salud” tras someterse a la primera fase de su chequeo médico anual.
Trump se sometió esta pasada noche a las primeras pruebas en el Centro Médico Militar
Walter Reed de Washington. “Todo muy bien (¡genial!). Se completará el próximo año”, ha escrito en su cuenta de Twitter.
La Casa Blanca ha puntualizado que Trump se sometió a un rápido examen y algunos análisis. “En previsión de un 2020 muy ocupado, el presidente aprovecha un fin de semana gratis aquí en Washington, D.C., para comenzar su examen físico anual de rutina”, ha explicado la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, en un comunicado.
“El presidente se mantiene saludable y enérgico sin quejas, como lo demuestran sus repetidas actuaciones enérgicas frente a miles de estadounidenses varias veces a la semana”, ha añadido Grisham, sin dar más detalles del examen a Trump, un viaje no programado del presidente al centro médico que provocó cierto escepticismo entre los periodistas estadounidenses al no coincidir con las fechas de otras pruebas anteriores.
En un tuit, Grisham denunció las preguntas como irresponsables. «Parece ser mucho más divertido para la gente / algunos reporteros especular y difundir rumores irresponsables / peligrosos», amonestó.
En febrero, Trump fue declarado “en muy buena salud” por el médico de la Casa Blanca después de horas de exámenes. El presidente, conocido por su amor por las hamburguesas y los filetes bien hechos y su aversión al gimnasio, aumentó de peso en 2017 y elevó su índice de masa corporal a la categoría de obesos.
Se espera que el año que viene repita las pruebas cognitivas que le realizaron en 2018. En esa oportunidad, el presidente aprobó sin contratiempos test Evaluación Cognitiva de Montreal, que permite detectar problemas leves mediante una serie de 30 preguntas.
Entre otras cosas, el examen analiza la atención, la concentración, la memoria, el lenguaje, el cálculo y la ejecución de funciones. Suele demorar cerca de 10 minutos y cualquier puntaje por encima de los 26 puntos es considerado normal. Donald Trump logró 30 sobre 30.
El debate sobre la salud mental de los presidentes se avivó durante el segundo mandato de Ronald Reagan, en los años 80, cuando algunos observadores comenzaron a interrogarse sobre el deterioro de las capacidades intelectuales de Reagan, que, años después de abandonar el poder, fue diagnosticado con la enfermedad de Alzheimer.