Johan Ramírez, el adolescente que guió a los rescatistas en los momentos clave tras la caída del avión de Chapecoense, reveló que su familia perdió el trabajo de todo un año por el caos que generaron las labores de emergencia en la zona. Pero afirmó que ello no importó, ya que los esfuerzos realizados consiguieron salvar vidas.
Reconocido por las autoridades de su colegio por su importante tarea que permitió ahorrar minutos vitales en el rescate, el menor saltó a la fama como el «niño ángel» que ayudó a los bomberos. Cuando vieron que los rescatistas estaban abriendo una vía, el joven de 15 años acudió en su ayuda: «Mi papá y yo les dijimos que había un camino más fácil y rápido».
Según explicó, los encargados ampliaron el camino con un tractor, pero en su paso se destruyeron los corrales. «Abrieron cuatro cercos y las vacas se metieron donde estaban los frijoles, la arveja y los tomates», detalló Johanm en declaraciones mostradas por Noticias Uno.
Así, las 23 vacas del vecino y el paso de los rescatistas con los cuerpos y sobrevivientes destruyeron gran parte de los cultivos.
Sin embargo, su mente estaba puesta en ayudar lo más que pueda, aunque no todos los esfuerzos rindieron frutos. Así como logró facilitar el paso de los seis sobrevivientes, también recordó como otros pasajeros perdieron la vida frente a sus ojos. «Caminamos con él 10 metros y luego murió, se le fue la respiración», relató, hablando sobre uno de los traslados.
Las pérdidas económicas por los destrozos en los cultivos sumaron 60 millones de pesos colombianos (unos USD 20 mil), lo que representa un año de trabajo para su padre y el socio de la familia, que aporta el terreno. Pero Johan asegura que el detalle no importaba. «En ese momento mi papá no piensa en eso. Lo único que piensa es que salvamos vidas, que ayudamos», reafirmó.
No obstante, su aporte fue rechazado horas después por un policía, que lo confundió y pensó que estaba buscando pertenencias ajenas. Pese a que un bombero intentó defenderlo, se retiró a dormir para evitar inconvenientes.
Ramírez, a su vez, también indicó que en un primer momento no se dio cuenta de la fama que logró en la región. «Toda la vida fui del campo. Nunca pensé que sería tan popular, que me estaban buscando», aseguró.
Según revelaron los medios locales, el joven ya fue contactado por funcionarios y voluntarios locales para reponer su celular (que quedó destruido durante las tareas) y entregarle un aporte económico, más allá de la Mención de Honor que le otorgó el rector de su colegio.