A poco más de un año de la derrota electoral, todavía hay heridas abiertas e historias en torno a la estrategia utilizada por Juntos por el Cambio que conocen muy pocas personas. Este viernes, el consultor de confianza de Mauricio Macri, Jaime Durán Barba, relató por primera vez en público una de ellas, que tiene como protagonista a María Eugenia Vidal.
Con el dólar en alza, una inflación indomable y el peso de no haber cumplido con las expectativas que había generado en 2015, Macri y su entorno sabían que tenían pocas chances de ganar en caso de que el peronismo fuera unido a las urnas, como finalmente sucedió. Por eso, no eran pocos los que creían que la entonces gobernadora Vidal tendía más chances de ganar las presidenciales. El secreto guardado hasta hoy es que el propio Macri había considerado esa opción.
“Voy a contar una infidencia”, introdujo Durán Barba en medio de un reportaje realizado por Eduardo Feinmann en radio Rivadavia.
Y relató: “Nosotros le dijimos a Mauricio que había un altísimo riesgo de perder las elecciones y él nos pidió que hiciéramos una investigación a fondo sobre las posibilidades de que María Eugenia fuera candidata, porque estaba dispuesto a ceder su lugar”.
Eran los primeros días del 2019, la oposición todavía no había definido a sus postulantes, y la mayoría de las encuestadoras conjeturaba sobre un eventual triunfo de Cristina Kirchner sobre la propuesta de Juntos por el Cambio. En cambio, cuando se medía una eventual candidatura de Vidal, las probabilidades se daban vuelta.
Pero según dijo Durán Barba, hubo un tema central que impidió finalmente la jugada: “Para que ella tuviera posibilidades, habría tenido que atacar la política económica de Macri y ser una traidora y ella no estaba dispuesta a eso; es una mujer de valores y hubiera sido absurdo”.
El especialista en comunicación y estrategias electorales explicó además que Juntos por el Cambio es una alianza de partidos cuyos votantes exigen coherencia. Por eso, él cree que tampoco hubiera funcionado una campaña de “fuego amigo”, es decir, con críticas a la gestión propia. “No es posible, como sucede en otros espacios, que una persona se pase insultando al presidente toda la vida y luego pase a ser candidato de ese partido», evaluó.
El mismo argumento fue el que se tuvo en cuenta para no desdoblar las elecciones y adelantar la votación en la provincia de Buenos Aires. En Juntos por el Cambio consideraron que Vidal hubiera tenido que hacer una campaña atacando las políticas nacionales del Presidente y la estrategia no hubiera sido efectiva.
Nunca se sabrá si otro diseño del calendario electoral o de las fórmulas le hubiera permitido retener el poder al PRO. A la luz de los resultados está claro que el camino elegido no funcionó en las elecciones nacionales ni en las bonaerenses. El único que logró retener su espacio de poder fue Horacio Rodríguez Larreta, que ganó por amplio margen la jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y hoy emerge como el principal aspirante opositor a la Casa Rosada en 2023.
La “confesión” de Durán Barba no es del todo compartida por el entorno de Vidal: dicen que nunca hubo un ofrecimiento concreto de desdoblar las elecciones porque se creía que eso conspiraba contra las chances de Macri. “Ganaban los dos o perdían los dos”, era la estrategia. Y en este punto la proyección fue correcta: perdieron los dos.