El Departamento de Transporte suspendió la autorización a las aerolíneas estadounidenses para efectuar vuelos desde Estados Unidos hacia todos los destinos en Cuba exceptuando el aeropuerto internacional José Martí de La Habana.
Esa medida se tomó “a pedido del Departamento de Estado”, dijeron las autoridades en un comunicado en el que especifican que la norma entrará en vigor en 45 días.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, pidió en una carta al Departamento de Transporte que suspendiera la autorización de vuelo para fortalecer las sanciones contra el gobierno de Cuba por la “represión a su propio pueblo, además de su continuo apoyo” al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
Según el Departamento de Transporte, esta medida afecta a nueve aeropuertos internacionales, entre ellos el de Santiago de Cuba.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha intensificado el bloqueo que aplica contra la isla desde 1962, revirtiendo la apertura que hubo con su predecesor, Barack Obama, y aplicando medidas que afectan al turismo, inversiones y el envío de combustible.
La semana pasada, el Departamento de Comercio anunció restricciones para impedir que el gobierno de Cuba arriende aviones para sus aerolíneas estatales.
Esta medida obligó a la aerolínea estatal Cubana de Aviaciones a suspender sus vuelos a México, Venezuela y a otros destinos del Caribe.
El lunes pasado entró en vigor una nueva tanda de medidas para endurecer aún más el embargo comercial de EEUU a Cuba, como su inclusióni en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.
Un portavoz del Departamento de Estado de EEUU dijo a Efe que las sanciones fueron impuestas en represalia por el apoyo que La Habana ofrece al régimen de Maduro.
“El apoyo desmedido de Cuba a Maduro en Venezuela demuestra la disposición del régimen a exportar su sistema de represión y abusos contra los derechos humanos, desestabilizando a toda la región”, afirmó el citado portavoz.
Esa fuente rechazó comentar las «deliberaciones o potenciales deliberaciones» relacionadas con el proceso para incluir a un país en la lista de países patrocinadores del terrorismo que elabora el Departamento de Estado, de la que Cuba salió en 2015, durante el deshielo abierto entonces entre los dos países.
Las nuevas sanciones establecen que, a partir de ese lunes, EEUU prohibió al resto del mundo vender a Cuba artículos que contengan un 10 % de componentes estadounidenses, lo que supone un cambio sustancial pues hasta ahora se podían exportar productos que tuvieran hasta un 25 % de piezas hechas en EEUU.
Asimismo, se determinó que solo podrán venderse en Cuba aquellas infraestructuras de telecomunicaciones que faciliten el «libre» flujo de informaciones entre el pueblo cubano.
También se prohíbe a compañías y ciudadanos estadounidenses comprar «artículos de promoción» del sistema político cubano, aunque se permitirá su adquisición si proviene del sector privado.
Por regla general, EEUU permite donaciones de material científico, cultural y educativo destinado a “apoyar al pueblo cubano”; pero ahora ha incluido una excepción en la normativa vigente para dejar claro que ni el Ejecutivo ni el Partido Comunista de Cuba pueden beneficiarse de esas concesiones.
Las medidas fueron dadas a conocer por primera vez el viernes 18 de octubre, cuando fueron publicadas en el Registro Federal, el boletín oficial del Estado en el que se difunden leyes, normas y avisos públicos.
En EEUU no ha habido hubo ningún anuncio oficial para dar a conocer las nuevas amonestaciones; aunque en Cuba el viernes el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, rechazó esas medidas y consideró que eran “expresión de impotencia, degradación moral y desprecio imperial”.
Desde que llegó a la Casa Blanca en enero de 2017, el presidente Donald Trump ha endurecido la política hacia Cuba con reducciones del personal diplomático, el aumento del embargo comercial, restricciones a los cruceros y limites a los viajes de estadounidenses a la isla.
El recrudecimiento de las sanciones se ha dejado notar en la isla, entre otros ámbitos en el turismo, con un descenso de las visitas.
En declaraciones a Efe John Kavulich, presidente del Consejo Comercial y Económico EEUU-Cuba, describió las nuevas medidas como una nueva “capa” al pastel de amonestaciones de Washington contra la isla.
Y avisó: “Cualquiera que piense que la Administración Trump ha agotado sus opciones es peligrosamente ignorante”.