Por Miguel Coria. Especial para LA BANDA DIARIO
En la madrugada del lunes nos enteramos del fallecimiento de doña Zita Correa de Carabajal. Fue la compañera inseparable del inolvidable Carlos Carabajal.
Compañera en la vida, pero también en la larga trayectoria artística sembrada de alegrías, tristezas, éxitos y fracasos del músico, compositor y figura fundamental de la chacarera santiagueña.
Doña Zita -como se la conocía- provenía de una familia tradicional bandeña y una de las primeras en poblar el hoy populoso y legendario barrio Villa Juana.
Su familia, sus padres y hermanos, fueron vecinos de mis abuelos y de muchas familias que hoy algunos de sus descendientes aún permanecen en el barrio.
Su padre Ernesto Correa y su madre Toribia Mansilla y sus hijos: Julia, Juan Carlos, Noemí (Zita) -fallecidos- y Adi, habitaban una casa sobre calle Romualdo Helman Gauna entre Víctor Hugo hoy República de Siria y Laprida, a escasos metros de la institución que le dio el nombre al barrio, el Club Villa Juana.
Como la mayoría de las familias de aquellos años, todos aportaban con su trabajo para vivir modestamente. El trabajo principal era una especie de panadería donde se comercializaba el pan casero, especialmente el “pan cacho”, por eso en la entrada de la vivienda había un cartel que enunciaba lo que se comercializaba:”Cacheria los Dos Lios”.
Además, en el interior de la casa en un gran patio había un “telar” donde todos los hermanos, trabajaban en el tejiendo de hilos de algodón donde fabricaban bolsas que luego entregaban en los negocios del mercado bandeño.
Los viejos vecinos del barrio al enterarse del fallecimiento de Zita Correa de Carabajal, los llevo a recordar aquellos años donde esa familia-los Correa- habitaban junto a muchas otras siendo testigos del empuje que le dieron al barrio, hoy convertido en uno de los más representativos de La Banda.
El lunes, a la madrugada, falleció doña Zita, como la conocía todo el país folclórico, pero queda su recuerdo, una gran madre que no solamente crio a sus hijos sino a sus nietos, sobrinos, a los cuales jamás abandonó.
Mi recuerdo y homenaje.