El arzobispo Vicente Bokalic invitó a los fieles rezar el Rosario para descubrir la vida Jesús

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En la jornada de este lunes 7 de octubre, la comunidad de Pompeya (barrio Villa Yanuzzi) perteneciente a la parroquia Sagrado Corazón de Jesús de La Banda, celebró con gran júbilo la fiesta patronal en honor a «Nuestra Señora del Rosario de Pompeya». La misa estuvo presidida por el Arzobispo Primado de Argentina, monseñor Vicente Bokalic.

En su reflexión, el prelado santiagueño que el próximo 8 de Diciembre, será designado por el Papa Francisco, Cardenal señaló, «la devoción a María del Rosario de  Pompeya data de muchos siglos. El papa Francisco siempre nos recuerda que había un lugar en el que no había sacerdotes ni religiosas. Cuando llegaron los misioneros, encontraron una comunidad que leía la palabra, que rezaban, sin sacerdotes ni Eucaristía».

Agregó, «durante mucho años la fe estuvo viva; seguramente había bautismos, ustedes saben que el baustismo lo podemos hacer cualquiera de nosotros; cualquier bautizado puede bautizar a otro. En caso de necesidad todos podemos bautizar, que es transmitir la misma fe que hemos recibido. Seguramente en esa comunidad todos eran bautizados; y quién mantuvo esa fe, el rezo del Rosario».

Por otra parte destacó, «que lindo es aprender a rezar el rosario. Nos solían sentar nuestros padres a rezar el rosario, después esas tradiciones se van perdiendo. Seguramente muchos de ustedes lo habrán aprendido así, de la boca de una abuela quizás de alguien allegado».

Monseñor Bokalic sostuvo que la fe, «es el regalo de Dios que ecibimos en el bautismo, debemos cultivar y cuidar ese regalo. Debemos cuidar ese amor. La fe la debemos mantener viva. Rezando el rosario vamos descubriendo la vida de Jesús. Hoy celebramos a la virgen que aprendió en el encuentro con Dios a decir sí aquí estoy para hacer tu voluntad».

El pastor de la iglesia santiagueña manifestó, «seguramente María no entiendo todo, pero dijo aquí estoy que se haga tu voluntad, ella sabía que Dios no le iba a fallar».

La maternidad es un regalo inmenso; la maternidad de María costó mucho porque la iban acusar que estaba sola en esa época era muy mal visto. Ella sabía que Dios la iba acompañar. A veces perdemos la esperanza, perdemos la confianza, la alegría, tendemos a bajar la guardia, a resignarnos a tantos males y la Virgen nos dice ánimo, levantensen, Dios no nos va dejar».

Continuando con esta idea, el arzobispo sentenció, «el rezo del rosario, la meditación de la vida de Jesús nos levantará el espíritu, el ánimo para afrontar las cosas que nos toca vivir en nuestras familias, en nuestra convivencia, en las alegrias, en las pruebas, en la incertidumbre hacia el futuro».

Finalmente invitó y animó a los fieles presentes, «a seguir caminando como iglesia, que reza y sale de misión recorriendo las casas llevando la buena noticia».

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