El extremista de ultra derecha que mató a 50 personas al entrar a dos mezquita de Nueva Zelanda, simulando ser un jugador de Fortnine, fue llevado ayer ante un tribunal de la ciudad de Christchurch.
El australiano Brenton Tarrant, de 28 años, esposado y con el uniforme que usan los detenidos, escuchó los cargos en su contra. Medios, demandantes y familiares de las víctimas estuvieron presentes esperando el resultado de la breve audiencia que se hizo a puertas cerradas por razones de seguridad. Tarrant no solicitó fianza.
Cuando entró a la sala, el asesino hizo un gesto con su mano derecha similar a un «OK» alrevés significando «White Power», con sus dedos forman una W y una P y se refiere a la «supremacía blanca».
Tarrant era conciente de la presencia de las cámaras, y cada tanto miraba a la prensa para realizar el gesto neonazi.
«Es asqueroso, el sentimiento es asqueroso. Eso va más allá de la imaginación», decía uno de los hijos de Daoud Nabi, víctima afgano de 71 años.
Los Andes