El avance demócrata condiciona a Trump

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Los demócratas de la Cámara de Representantes de Estados Unidos se preparan desde hoy para ser el cuerpo opositor a las políticas del presidente Donald Trump, después de dos años de control absoluto de los republicanos en la Casa Blanca y las dos Cámaras del Congreso.

Trump afirmó que esperaba poder trabajar con la oposición, que en las elecciones de anteayer obtuvo el dominio de la cámara baja, pero puso como condición que los demócratas renuncien a sus intenciones de investigar sobre su gobierno y sus finanzas.

Al igual que sus predecesores Barack Obama y George W. Bush en su segundo mandato, el magnate neoyorquino falló a la hora de romper la “maldición” de las elecciones de medio término. Pero curiosamente Trump celebró los resultados y dijo que el martes “fue un gran día” para su partido, que amplió su mayoría en el Senado. “El partido republicano desafió a la historia expandiendo nuestra mayoría en el Senado y superando significativamente las expectativas en la Cámara” de Representantes, afirmó ayer Trump en una rueda de prensa en la Casa Blanca, que no estuvo exenta de tensiones con los periodistas ni referencias a la inmigración.

Los demócratas arrebataron a los republicanos 27 escaños en la Cámara de Representantes, de los 23 que necesitaban para la mayoría, sumando en total 222 frente a 196 de los republicanos.

Con estos resultados, la oposición retomará por primera vez en ocho años el control de la Cámara de Representantes, cambiando el equilibrio de poderes en Washington, donde Trump gozó del favor de las dos cámaras desde su llegada a la presidencia tras su sorpresiva victoria en 2016.

Para Trump, el hecho de que los demócratas controlen la mitad del Congreso va a hacer que las cosas sean “más simples”. Trump ofreció una rama de olivo a Nancy Pelosi, que se proyecta como una líder probable de la bancada, afirmando que cree realmente que hay una oportunidad de llevarse bien –pese a que durante la campaña dijo que Pelosi era un “peligro nacional”–. “Ojalá todos podamos trabajar juntos el próximo año para seguir cumpliendo con el pueblo estadounidense”, dijo el mandatario en la rueda de prensa, en la que indicó que ambos partidos podrían buscar soluciones en temas como la salud, la infraestructura, el comercio y el crecimiento económico.

Pero el presidente advirtió que no va a dudar a la hora de responder si la oposición usa el control de la Cámara para investigar a miembros de su gobierno o para indagar sobre sus finanzas personales. Fiel a su estilo, amenazó a los flamantes diputados opositores, que pueden usar los poderes legislativos para exigir bajo caución penal que Trump entregue sus declaraciones de impuestos o su correspondencia digital sobre sus contactos en Rusia. “Si juegan ese juego, nosotros lo vamos a jugar mejor porque tenemos algo llamado Senado de los Estados Unidos para investigar cosas que no deberían haber pasado como la filtración de informes clasificados”, dijo. Y agregó: “creo que soy mejor que ellos en ese juego”.

Trump afirmó además que no está “inquieto” por la investigación sobre una posible colusión de su equipo de campaña con Rusia. “Yo podría despedir a todos ahora mismo. Pero no voy a ponerle fin (a la investigación), porque políticamente no me gusta poner un fin. Es una desgracia. Nunca debería haber empezado, porque no hubo ningún crimen”, afirmó.

En el Senado, compuesto por 100 bancas, sólo 35 estaban en juego este martes. Los republicanos mantendrán la mayoría con 51 legisladores (ganaron dos más) y los demócratas ocuparán 46 asientos.

En la rueda de prensa, Trump sostuvo un rudo intercambio con el periodista de CNN Jim Acosta y aprovechó para fustigar a la prensa crítica. Cuando Acosta le preguntó si había “demonizado a los migrantes” durante la campaña, Trump respondió: “No, quiero que entren al país. Pero tienen que ingresar legalmente”.

Acosta insistió: “Están a cientos de millas de distancia. Eso no es una invasión”, dijo, usando la palabra con la que Trump había definido la marcha de migrantes.

Trump reaccionó de manera tajante: “Honestamente, creo que deberías dejarme dirigir el país”.

El presidente reiteró su mantra de campaña y dijo que hay que reforzar las leyes migratorias. “Tenemos que tener leyes migratorias fuertes para que no vengan. Queremos leyes para que no vengan”, dijo, asegurando que el electorado quiere más seguridad.

En la carrera por las gobernaciones, donde estaban en juego 36 cargos, los demócratas le arrebataron siete a los republicanos, pero se estrellaron en Florida, el estado que es un barómetro electoral de cara a 2020 y donde el partido se creía lo suficientemente fuerte como para desafiar a los republicanos. Ron DeSantis le ganó al demócrata Andrew Gillum.

Pese a que no se concretó la idea de una victoria aplastante que llegó a plantearse en algún momento de la campaña entre los demócratas, el partido logró importantes triunfos y aporta al nuevo Congreso un crisol de nuevas voces. La joven Alexandria Ocasio-Cortez, de origen puertorriqueño y nacida en el Bronx, Nueva York, hace 28 años, hizo historia al convertirse en la mujer más joven en llegar al Congreso. Sharice Davids y Deb Haaland también se destacaron como las primeras mujeres indígenas elegidas para ocupar un escaño en la Cámara baja. Allí, según los pronósticos, habrá tantas mujeres como nunca antes. Según la CNN, esa cámara del Capitolio contará con 96 mujeres. El récord hasta ahora era de 85 entre los años 2015 y 2017.

Página 12

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