El Banco de Alimentos pondrá en marcha el proyecto «Comamos en Familia»

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Recientemente la Fundación Banco de Alimentos firmó un convenio con Haciendo Camino, con el objetivo de asistir a 80 familias vulnerables residentes en la localidad de Herrera y en la ciudad de Añatuya.

Este importrante trabajo se realizará en el marco del programa denominado «Comamos en Familia» y consiste en el acompañamiento alimentario de familias vulnerables de la provincia, asistidas de forma integral por Haciendo Camino.

El hecho de comer, no es sólo alimentación y nutrición, sino que también es una práctica social, legitimada por saberes, sentidos, costumbres y hábitos que comparten los sujetos.

Este programa no sólo promueve una alimentación más nutritiva y saludable para los miembros de la familia sino que también posibilitar la relación con la propia cultura de la familia, sus gustos y costumbres, fortaleciendo la identidad de la familia, de sus miembros y, en definitiva, a toda la comunidad en general.

El programa trabaja sobre los siguientes objetivos: Contribuir a mejorar la seguridad alimentaria de familias en situación de vulnerabilidad y pobreza; promover los valores relacionados con el esfuerzo que implica el elaborar los alimentos y el compartirlos en familia, fomentando el fortalecimiento de los vínculos familiares y la importancia del diálogo.

Fundamentación del programa

Durante los últimos años se ha observado que cada vez son más las familias que
dependen de organizaciones sociales que brindan asistencia alimentaria para su
alimentación diaria.

Por otra parte, el aumento de la desocupación en nuestro país ha generado una creciente cantidad de familias excluidas, en situación de vulnerabilidad social, que deben recurrir a diversas estrategias, a fin de satisfacer necesidades básicas como el alimento.

Las familias, que afectadas por esta realidad, recurren a los comedores o merenderos,
ven vulnerado el derecho a ejercer su función básica e indelegable de criar y sostener a
sus hijos; generando consecuencias negativas para el grupo familiar y en especial para
los menores. La práctica de comer en las instituciones se ha naturalizado en los hogares, de modo que comer alimentos elaborados en casa, en torno a la mesa familiar, es una costumbre casi perdida para muchas familias.

Atendiendo a esta situación, este programa se propone intervenir desde el enfoque del derecho, entendiendo que el acceso a una alimentación saludable y nutritiva es un derecho de todos los ciudadanos, valorando también la importancia de que el alimento se elabore y comparta dentro del ámbito familiar. Revalorizando, en este sentido, el comer en familia, como espacio de encuentro y sociabilidad, lo cual contribuye a un mejor estado de salud en los niños a la vez que ayuda a establecer lazos familiares más fuertes. Los menores que comparten esta rutina, logran construir una mejor relación con los otros miembros, desarrollan un sentido de pertenencia y se sienten seguros en su hogar.

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