Para el ambicioso plan de juego que propone el River de Marcelo Gallardo, el césped es un futbolista más. La presión, el juego dinámico y por el piso tienen un aliado clave en el estado del campo cuando el mismo está a la altura de lo que dicta el pizarrón. Por eso, la Comisión Directiva le agregó otra herramienta a la botonera del entrenador, en pos del crecimiento permanente al que apunta…
En consecuencia, el Millonario realizó una gran inversión en un campo de juego inteligente, con nueva tecnología e instrumentos modernos, que incluyen maquinarias, sistema de sensores y riego y lámparas para acelerar la fotosíntesis del césped.
Hubo un cambio de la tecnología del riego: en la actualidad, el campo de juego está dividido en 15 sectores. Uno de los beneficios obtenidos con este nuevo sistema es que solamente se riega en los sectores en los cuales es necesario, sin tener que abrir todos los aspersores, una situación que se pudo observar en el último Superclásico. Los grifos se abrieron donde los especialistas y el propio Gallardo entendieron que ameritaba.
Bajo la tierra se colocaron cuatro sensores de medición que brindan información precisa sobre distintos parámetros del estado del campo: salinidad, estado de la tierra y humedad. Con las precisiones se puede saber qué cantidad de riego necesita el césped, en qué sectores y cuándo. Los días de partido, según lo indicado por los sensores, se realiza un «riego tipo spray», teniendo en cuenta la cantidad de agua que hay por debajo de la tierra.
Con los datos que se reciben de la nueva tecnología montada en el campo se le realiza un informe al cuerpo técnico el día anterior y durante la misma jornada de competencia, a partir del cual puede desentrañar, por ejemplo, la velocidad que va a tener la pelota por metro lineal. Esa información resulta fundamental a la hora de determinar la estrategia de ataque o defensa.
Por otro lado, para agilizar la siembra y el trabajo de resembrado, el club compró un tractor con cono sembrador, con el cual mediante una sola carga se cubre toda la cancha obteniendo una ganancia de tiempo importante.
Las lámparas que adquirió la Banda sirven para acelerar la fotosíntesis y favorecer en el crecimiento, cuidado y mejoramiento del césped en los sectores donde no hay luz solar. Esta misma tecnología se utiliza en grandes campos del mundo, como el Camp Nou del Barcelona. Sí, como la que disfrutan Lionel Messi, Luis Suárez y los demás cracks conducidos por Ernesto Valverde.
Una de las nuevas maquinarias que incorporó River es la llamada «hammer type cist». Su trabajo es golpear el campo de juego y saber qué dureza tiene. A partir de la información que brinda, los futbolistas puede saber qué botines son los apropiados para el partido.
El plan de obras continúa: River planifica realizar trabajos de filtración para arreglar la circulación del agua en las fosas y cambiar las cañerías para la utilización de tres bombas, las cuales llevarán toda el agua directamente al río, evitando inundaciones en el campo de juego y en el anillo interno del club cuando las tormentas son caudalosas.
Se sabe, Gallardo no deja detalle librado al azar: participó del diseño del River Camp, estuvo en las refacciones de la concentración; y el campo, la sede donde se desarrollan sus ideas, no podía quedar afuera de su órbita. Para el Muñeco, el césped también juega…