El candidato suplente de Menem, sobre la impugnación: «En términos netamente políticos, esta situación nos favorece»

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La impugnación por falta de idoneidad moral de la precandidatura a senador de Carlos Menem en La Rioja causó un fuerte cimbronazo político en la provincia. El kirchnerismo también mira atento la situación y hay quienes especulan que el Gobierno jugó fuerte para que saliera el fallo de la Cámara Electoral con el objetivo de sentar un precedente que pueda ser usado eventualmente contra Cristina Kirchner si gana una banca en el Senado (tendría que ser condenada por un delito de corrupción).

El ministro de Hacienda de la provincia, Ricardo Guerra, figuraba en la boleta como suplente del ex presidente y ahora se encontró con serias posibilidades de entrar al Senado. Las encuestas le dan una amplia diferencia sobre la fórmula de Cambiemos que encabeza el ex ministro de Defensa Julio Martínez.

Sin embargo, ni siquiera los propios candidatos tienen en claro cómo quedará conformada la boleta definitiva. Para las PASO del domingo, la cara de Menem estará en la papeleta a pesar de no poder competir. Guerra recibió a Infobae en su despacho de la Gobernación para analizar el inédito escenario electoral mientras se espera que la Corte acepte un recurso extraordinario. Las elecciones son en cinco días.

—Los referentes del PJ como Luis Beder Herrera, José Luis Gioja y Miguel Ángel Pichetto señalaron al gobierno nacional como impulsor de la impugnación de Carlos Menem, ¿es una estrategia para respaldar a Julio Martínez (UCR-Cambiemos) o buscan sentar un precedente que pueda ser utilizado contra Cristina Kirchner si gana una banca en el Senado?

—Las interpretaciones pueden ser múltiples. Mi visión es que lo que están haciendo es una improlijidad institucional pocas veces vista e inusitada. Me inclino mucho por pensar que es una estrategia debido al momento en que se hace. Hay tiempos y plazos. Ahora hay una instancia de apelación pero es muy difícil que salga. Estaríamos ante una circunstancia en la cual la persona que va a estar en el voto no va a ser candidata. Eso genera una confusión en la sociedad que realmente es algo agresivo hacia nuestra comunidad. No soy un experto, pero por lo que conozco, y el sentido común, entendemos que hay plazos normales. Llegar a este momento con esta impugnación es muy desprolijo. Desde lo institucional deja mucho que desear. Y los que sentimos un reconocimiento por el doctor Menem nos sentimos un tanto agredidos.

—¿Cree que la Corte lo va a absolver cuando examine la causa penal por tráfico de armas?

—Sería imprudente dar una opinión respecto a un fallo de la Corte. Son personas muy reconocidas, seguramente lo harán libremente y sujetos a derecho, sea para bien o sea para mal. No creo que una Corte Suprema esté sujeta a presiones de índole política.

—¿Se puede usar como precedente para impugnar a Cristina Kirchner?

—Sí, es un antecedente. Se van generando jurisprudencias para lo inmediato y para lo futuro. De hecho, se han valido de antecedentes de impugnaciones.

—Sí, el caso de Raúl Romero Feris donde falló la misma Cámara…

—Exacto. Pero lo difícil a veces de asimilar es el momento, el tiempo.

—¿Cómo afecta al PJ que para octubre en la boleta haya otro candidato?

—Yo creo que en términos netamente políticos esta situación así nos favorece. Más allá de lo personal, como partido lo digo. Si ellos lo han hecho con alguna intencionalidad judicial, es un error político. Estoy hablando en términos netamente políticos.

—Algunos dicen que Julio Martínez no quería que lo impugnaran a Menem para que no se victimice…

—Honestamente, me cuesta creerle. Me cuesta creer que no esté en conocimiento y que no haya estado avalando esta situación. Y si no lo estaba, y tomaron la decisión, también deja mucho que desear porque en definitiva el que está dando la campaña, en representación de ellos, es él. Me parece flojo.

—¿Qué opina del intento de Elisa Carrió de sumarse como «amicus curiae» (amiga del tribunal) para respaldar la impugnación?

—Yo la respeto mucho, pero no me gustan los que hacen política a partir de las denuncias permanentes, más allá de que puedan tener fundamento a veces. Hacer política es proponer ideas y planes de superación para que la gente esté mejor. Se transforma en una denunciante serial que es un estilo de hacer política que no comparto. Y como riojano me molesta que dirigentes de otras latitudes interfieran en nuestras cuestiones. Así como lo hacen en esta instancia, me gustaría que lo hagan para defender a la provincia contra el gobierno federal, que tiene una visión tan centralista.

—¿Va a quedar usted primero y Florencia López segunda?

—No tenemos una información acabada. Por lo que sabemos, lo natural sería que hubiera un corrimiento: el segundo (López) pasa primero, y el primer suplente (Guerra) pasa al segundo lugar. No obstante, hay un fallo reciente que parece que permitiría que se incluyan nuevas personas. Es una decisión que se deberá tomar a nivel partidario.

—Si va en la lista y entra al Congreso, ¿renuncia a Hacienda para asumir la banca?

—Sin lugar a dudas. Lo haría con todo el compromiso para defender los intereses de la provincia.

—¿Cómo venía la campaña hasta la impugnación de Carlos Menem?

—Se está trabajando mucho. Siempre el interior, salvo algunas localidades, es más favorable al Partido Justicialista. En la Capital, por ser más grande, hay más diversidad de opiniones, que es lo más saludable. Pero estamos observando una buena respuesta de la gente. Las políticas nacionales están causando muchos problemas en nuestra provincia, y eso la gente lo está advirtiendo.

—¿Hubo pérdida de puestos de trabajo?

—Nosotros tenemos un parque industrial que se gestó desde fines de los 70 a la luz de una ley de promoción industrial. Se radicaron muchas empresas textiles y de calzado. Justamente, las más afectadas por la apertura de las importaciones. En este año y medio de gestión quedaron registradas 1.600 personas sin trabajo. Si a eso le agregamos la caída del consumo y el temor que eso genera, el comercio también se ha visto perjudicado: tenemos 500 puestos de trabajo menos. También tenemos problemas con la obra pública, que en la provincia siempre se ha hecho con fondos nacionales.

—¿Sienten que Nación está discriminando a La Rioja en la adjudicación de obra pública?

—El término discriminación es medio fuerte. Pero si me tengo que guiar por cómo han sido las asistencias de fondos para obras en estos últimos años, y comparo con este año y medio, hay una franca disminución. Bastante menos también que otras provincias. Eso también nos ha causado desempleo, porque la construcción es un gran dinamizador. La UOCRA local habla de 2.500 personas que se están quedando sin trabajo. Porque no hay generación de nuevas obras. Todo esto nos está causando muchos problemas y la sociedad lo está advirtiendo. Salvo sectores que tienen su afinidad política con ellos, que me parece correcto. La gente percibe que los dirigentes locales afines al gobierno nacional no están defendiendo los intereses de la provincia.

—¿Por qué la gente sigue apoyando a Menem a pesar de las condenas por corrupción? ¿Es porque no creen en las denuncias?

—Creo que sobreponen el beneficio y el bienestar que les han generado sus políticas por sobre las cuestiones de índole judicial.

—Acá, el recuerdo de los 90 sigue fuerte…

—Exactamente. La gente, con todo derecho y libertad, piensa y evalúa. Cada uno tiene su propia balanza y de ahí surgen las mayorías y las minorías. Claramente la adhesión a Menem en nuestra provincia es mayoritaria.

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