El colectivero de La Matanza fue asesinado con tres tiros en la cara

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“Lo mataron al chofer. Por Dios. Acá está tirado. No hay ningún policía. Alguien que ayude por favor. El muchacho está tirado acá», exclamó un hombre, algo agitado y muy conmocionado, segundos después de que Pablo Flores, un colectivero de 28 años de la línea 218 de La Matanza, fuera asesinado de varios disparos en la cara y cuya muerte desató una feroz protesta en la avenida General Paz.

El testigo, con su celular, filmó los momentos posteriores al asesinato y lo que llegó a captar impacta. En las imágenes se observa cómo trata de registrar el estado en el que quedó la víctima después de haber sido atacada por desconocidos que le dispararon varias veces desde afuera del colectivo. Se llega a ver algunos vidrios rotos, algo del cuerpo del joven aún en su asiento y algunas manchas de sangre.

Luego está el relato del hombre y el tono de su voz, que al ver el horror de frente, no podía creer lo que recién había pasado. “Lo mataron. Madre mía, por Dios. ¿Y ahora qué hacemos? Lo mataron al colectivero”, dijo casi a los gritos.

El video se volvió viral en las redes a lo largo de la madrugada. Luego, los otros colectiveros salieron a la calle.

Fuentes policiales dijeron a Infobae que el hecho ocurrió anoche cerca de las 22 horas en la parada ubicada en la rotonda del barrio San Javier y la calle Bacigaluppi, de la localidad de Virrey del Pino, partido de La Matanza. En ese punto, un joven de entre 20 y 30 años, que sería apodado “Toto” o “Tata”, le disparó por lo menos cuatro veces a Pablo desde el costado izquierdo de la unidad a través de la ventanilla. Tres de esos balazos impactaron en la cara de la víctima. El chofer perdió el control y chocó contra un árbol. Falleció en el acto.

El asesino, por su parte, escapó con un cómplice a bordo de un auto Peugeot 504 de color blanco, de acuerdo con lo que declararon los testigos ante el fiscal Federico Medone de la Fiscalía Temática de Homicidios, quien estuvo trabajando en el lugar hasta aproximadamente las 6 de la mañana. Por los datos que obtuvieron los investigadores hasta el momento y la mecánica del horrendo asesinato, la hipótesis del robo estaría descartada. No hubo amenazas y ninguno de los agresores se subió a la unidad para pedirle algo al chofer o a los pasajeros. La investigación recién comienza y el fiscal de momento considera todas las opciones. ¿Se trató de un conflicto que terminó en sangre?

Según supo Infobae de fuentes del expediente, se maneja la hipótesis de que el trágico desenlace tuvo su origen en un altercado previo que mantuvo un chofer de esa unidad -la número 75- con un motociclista, que según se supo, se trataría de una persona conocida en el lugar por antecedentes delictivos. Es decir, fue una venganza. Pero es acá donde comienzan algunas de las dudas que debe resolver el fiscal Medone.

Marcelo, compañero de Pablo en la línea 218, relató esta mañana a distintos medios que usualmente tanto él como la víctima manejaban la unidad número 1, que hace otro recorrido. Sin embargo, por desperfectos mecánicos en ese coche, a Pablo le asignaron la 75, que sería en la que finalmente lo mataron a sangre fría. De comprobarse este dato, se manejarían dos opciones: a Pablo lo asesinaron por error o los atacantes sabían que el joven de 28 años, padre de dos nenas, había cambiado su recorrido habitual y lo esperaron en la entrada del barrio San Javier para matarlo.

Una alta fuente de la investigación dijo a Infobae que están analizando todas las cámaras de seguridad de la zona para ver si pueden obtener una panorama más amplio de lo que pasó y si pueden observar el Peugeot blanco que señalaron todos los que presenciaron el homicidio. “Se le tomó declaración en el lugar por parte del fiscal, que estuvo indagando a todos los testigos; los que iban en el colectivo y también se le tomó declaración a otras personas que iban a subir ahí en el lugar, en la parada”, dijo la fuente a este medio.

Otro dato revelado a este medio por la fuente judicial y que refuerza la teoría de la vendetta, es que aún no tienen acreditado que se haya tratado de un robo porque algunos testigos sostuvieron que no hubo ninguna persona que subió a la unidad 75, ni amenazó ni atinó a robar. “Por eso analizamos las cámaras de las inmediaciones para tener más claridad. Pero esta investigación recién comienza», señaló.

Tras el asesinato del chofer, la Unión de Tranviarios Automotor (UTA) anunció un paro de colectivos para hoy. La medida afectó a “más de 40 líneas” que circulan por la zona Oeste de la provincia de Buenos Aires.

Por su parte, un grupo de compañeros de la víctima realizaron una fuerte manifestación que terminó con graves incidentes con la Policía, autos prendidos fuego y un piquete sobre la General Paz. Fue en frente de la comisaría tercera del Virrey del Pino. Las protestas siguieron durante casi toda la mañana con cortes totales sobre la avenida. Según dijeron, reclaman seguridad ante la serie de ataques contra los choferes. Aunque no fue lo único que exigieron. Los conductores reclamaron la presencia de alguna autoridad para poder elevar sus reclamos.

Finalmente, quien se hizo presente en el lugar fue el ministro de Seguridad Sergio Berni, quien improvisó una reunión con los colectiveros y prometió un plan más amplio para garantizarles seguridad. Para el funcionario no fue fácil presentarse. Algunos le expresaron su indignación ante el crimen de su compañero con insultos y fuertes reclamos verbales.

Tras varios minutos de un intenso diálogo, el funcionario se refirió en un detalle al hecho y coincidió con lo que creen por el momento los investigadores: “Lo que sí sabemos es que no fue un robo. Lo importante es que un compañero de ellos está muerto y hay que darle una respuesta”, dijo.

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