El presidente del Consejo Científico que asesora al Gobierno de Francia, Jean-François Delfraissy, reconoció que los diagnósticos de COVID-19 notificados son solo una muestra del alcance real del nuevo coronavirus y que la cifra real de contagios puede estar “alrededor de los 100.000”.
Las autoridades sanitarias galas informaron el domingo de más de 52.000 contagios casos en las 24 horas previas, un dato sin precedentes en toda la pandemia y que eleva a más de 1,1 millones la cifra provisional en positivos en Francia, que ha endurecido en estas últimas semanas las restricciones.
“Estamos en una situación muy difícil, por no decir crítica”, afirmó Delfraissy en declaraciones a RTL. En este sentido, advirtió que “el virus circula de manera extremadamente rápida” y anticipó que esta segunda ola “seguramente será más fuerte que la primera”.
El jefe científico ha reconocido estar “sorprendido” por la “brutalidad” del repunte de contagios en estas últimas dos semanas, en las que los casos se han disparado hasta niveles inéditos. “Cuanto más rápido tomemos medidas, más eficaces serán”, ha subrayado.
Preguntado sobre la necesidad de recurrir a un confinamiento, no quiso pronunciarse directamente con el argumento de que eso son “decisiones esencialmente políticas”, pero señaló que hay dos posibles opciones en la actual situación. La primera sería “un toque de queda mucho más masivo” que el que se está aplicando a dos tercios de la población francesa que viven en 54 del centenar de departamentos del país entre las 21.00 y las 6.00 horas. Es decir, un cierre nocturno de más horas y en un área geográfica más amplia. La segunda opción sería un confinamiento general pero “menos duro” que el que se aplicó en la primera ola entre marzo y mayo que permitiera seguir trabajando, aunque privilegiando el teletrabajo y mantener la actividad escolar. Además, ese confinamiento iría seguido de una desescalada con toque de queda.
El número de pacientes de COVID-19 hospitalizados en Francia se ha disparado en las últimas semanas, aumentando la presión sobre las UCI. Ahora suponen más de dos tercios de los pacientes de UCI en la región de París.
“Hemos perdido el control de la epidemia, aunque no es algo de ayer”, dijo por su parte a la cadena Franceinfo el doctor Eric Caumes, responsable del departamento de enfermedades infecciosas y tropicales en el hospital parisino de Pitie-Salpetriere.
El Gobierno debe evaluar esta semana el impacto que está teniendo el toque de queda nocturno y ha anticipado que si ajusta el dispositivo será para endurecerlo. El presidente francés, Emmanuel Macron, habló el viernes de la posibilidad de “confinamientos locales o más amplios”.