Este lunes en Parque Norte, en la asamblea nacional del PRO, sucederá algo inédito en la historia de los partidos políticos y de la región. No solo se votará la paridad de género en los cargos partidarios, a tono con la paridad en cargos legislativos, sino que se aprobará un Protocolo de Actuación ante Situaciones de Violencia Política que, por si fuera poco, será incorporado a la carta orgánica del partido.
La normativa pionera fue diseñada por el grupo de mujeres del PRO que lidera la secretaria responsable del área en el partido, la diputada correntina Sofía Brambilla. Ella y las demás mujeres del PRO no solo reconocen que las herramientas de discriminación positiva que se vinieron implementando desde la década del 90, como el cupo femenino primero y la paridad de género después, fueron «sumamente eficaces para lograr mayor protagonismo de las mujeres en política, sin embargo, seguimos viviendo situaciones que cercenan nuestros derechos políticos-electorales que constituyen un reflejo de la discriminación y los estereotipos del género», explicó la diputada a Infobae.
«Las mujeres que sufren violencia política no lo denuncian porque están acostumbradas a aguantar prejuicios de todo tipo y hasta lo consideran normal, pero también por vergüenza o miedo a represalias y -finalmente- porque no existen dentro de los partidos instancias que atiendan este tipo de violencia», contó Brambilla, así que le propuso la realización de un protocolo al presidente del PRO, Humberto Schiavone, y al secretario general, Francisco Quintana, y ella se sorprendió con la propuesta de que este normativa de siete artículos será incorporada a la carta orgánica partidaria.
En concreto, se trata de prevenir, erradicar y sancionar la violencia política en ámbitos partidarios, buscando orientar a las autoridades acerca de cómo proceder ante situaciones donde a una mujer sufra insinuaciones sexuales, mensajes violentos o amenazas, presiones para renunciar a cargos, entre otros actos que pueden cercenar los derechos políticos. «Claro que si no te ponen en una lista, no podes quejarte que sufrís violencia política», aclara Brambilla. De modos, adelantó que en todos los distritos están elaborando listas de mujeres militantes para que los hombres no tengan «la tentación» de poner a esposas, amantes o cuñadas en como candidatas porque no tienen cómo llenar los lugares que corresponden a la paridad.
El Protocolo será aplicado a los miembros de los órganos partidarios nacionales del PRO, y esperan que a lo largo del próximo año los partidos distritales adhieren y tomen las mismas previsiones en cuanto a capacitación a los dirigentes acerca de qué debe entenderse por violencia política y cómo sancionarlos, lo que deberá implementarse desde el Tribunal de Disciplina, que podría proceder a la sanción o expulsión del dirigente denunciado.
Como el Protocolo tendrá vigencia entre los funcionarios y las funcionarias nacionales, y entre los y las legisladores nacionales que se encuentren afiliados al PRO, el diputadoPablo Torello, que se refirió de manera ofensiva a las feministas en Twitter, podría ser sancionado si una mujer de su partido presentara una demanda.
Brambilla, que es vicepresidente del PRO de Corrientes, votó a favor de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) cuando el proyecto se debatió en la Cámara de Diputados, donde obtuvo media sanción. Cuentan sus compañeras que iba votar en contra pero fue cambiando de posición a medida que fue tomando conocimiento de las posiciones.
De todos modos, la mayoría de las mujeres del PRO no es feminista, ni votó a favor del aborto; tampoco fue parte de la fenomenal movilización que se realizó el #8M frente al Congreso, donde hubo más de 300 mil mujeres de todas las edades, pero sobre todo jóvenes y adolescentes.
No solo eso, sino que el chat de diputados del partido exhibió las diferencias entre las posturas más progresistas y las más conservadoras del PRO. Una diputada, por ejemplo, hizo un saludo con agradecimiento «a todas las mujeres y a todos los hombres que hicieron posible nuestra existencia», mientras se quejó porque «el día de la mujer, así como el día del hombre no establecido aún, debiera ser todos los días».
Otra diputada, en cambio, puso el video de una canción «Mis derechos de mujer», interpretada por la nicaragüense Norma Elena Gadea, donde la cantante «de nada sirve las leyes, los decretos, la justicia, si no vencemos prejuicios en contra de la mujer». «La respuesta es el respeto, la respuesta es la igualdad, que respeten nuestro cuerpo, que respeten nuestra voz. Que respeten mi deseo, cuando yo digo que no, que no me levantan la mano ni me levanten la voz», dice la letra del tema que circuló en el chat de diputados del PRO, con la que seguramente muchas mujeres del partido no están de acuerdo.
«A mí me mata que diputados que se pararon para no votar la paridad de género en las listas me saluden por el día de la mujer como si nada», se lamentó una legisladora que votó a favor de ese proyecto que el viernes fue reglamentado y también del IVE, a la que Infobae le consultó su opinión del Protocolo pionero. Agregó que «en el PRO se respeta a las mujeres mucho más que en otros espacios políticos, el problema es que tenemos una base conservadora intensa y temo que muchas de nuestras candidatas salgan de ahí, lo que difícilmente redunde en posiciones progresistas en materia de derechos civiles».
Así las cosas, el debate del aborto fue habilitado por un presidente que está casado tres veces, vive naturalmente en una familia ensamblada, realiza las políticas a favor de la paridad del género más consistentes, aumentó el presupuesto del Consejo de las Mujeres de manera sustancial, puso al frente de esa organismo a una feminista comprometida que está demostrando que es una excelente funcionaria, como es Fabiana Tuñez, pero la mayoría de las mujeres de su espacio parecen despreciar su visión.
Tal vez, como suele decir Tuñez, lo único que necesiten esas mujeres es tiempo para «vestirse de violetas», aludiendo a la naturalización que existe de conductas discriminatorias, sobre todo en las generaciones más maduras de las provincias. Ojalá sea así. El mundo empuja a las sociedades a una agenda cada vez más feminista y es cuanto menos increíble que las mujeres del PRO no se animen a subirse a la ola.