El drama de las Pymes, en primera persona: “Cuando pase esta crisis, vamos a tener que empezar de cero”

0
439

Muchas empresas pymes no van a poder seguir adelante. Una vez que todo esto pase, vamos a tener que empezar de cero”, asegura Omar Guisoni, uno de los tantos casos de pequeñas empresas de todo el país que están enfrentando las consecuencias del freno que la pandemia del coronavirus puso a la actividad económica.

Guisoni está al frente de Rodamientos Iriondo, una empresa familiar de 36 años de trayectoria, que se dedica a la importación y distribución de rodamientos en todo el país, un producto que no se fabrica en el país. Desde la localidad santafesina de San Justo, abastecen de estos bienes intermedios clave para la industria a firmas que van desde fabricantes de maquinaria agrícola y lácteos hasta molinos harineros y frigoríficos.

Desde que comenzaron las medidas de aislamiento obligatorio, a partir del 20 de marzo, implementaron guardias reducidas de personal, atención telefónica y un servicio de emergencia, para las industrias que requieran sus productos para no paralizar plantas productoras de alimentos, por ejemplo. Pero no pueden hacer entregas y sus vendedores tampoco puede viajar por todo el país a tomar pedidos. La firma tiene 31 empleados.

“La mayoría de las industrias están cerradas porque no pueden abrir o por la situación financiera. No hay logística y está cortada la cadena de pagos. En la última quincena de enero había empresas con dificultades, febrero vino mal y en marzo ya no pudieron pagar”, explicó Guisoni.

La empresa está vendiendo solo un 20% de lo que son sus ventas habituales. Pueden seguir funcionando porque forman parte de las actividades esenciales, como proveedores de un bien intermedio (rodamientos) para la industria.

“Pagamos los sueldos de marzo y vamos a pagar los sueldos de abril. Trataremos de mantener hasta las últimas consencuencias la planta laboral. Estamos enfocados a ver qué servicios podemos dar para continuar. Hay muchas empresas que no pueden trabajar, muchas que no pueden pagar y no tenemos logística”, enfatizó. Sus clientes están acercándose a la planta a buscar rodamientos aun cuando el precio del viaje puede ser casi igual al precio del producto, pero tienen que asegurarse que sus máquinas puedan seguir funcionando.

“Si podemos trabajar normalmente a partir de mayo, va a ser una crisis más. Si no, va a ser como empezar de cero. Muchas empresas no van a poder seguir. Pero no podemos adivinar lo que va a pasar en mayo y junio”, agregó el empresario.

Según Guisoni, son ahora los bancos los que deberían prestar y apoyar más a los pequeños empresarios. “No es lo mismo que para las empresas grandes, que pertenecen a algún grupo económico o tienen apoyo externo. Las pequeñas el financiamiento que encuentran en los bancos de acá, es muy caro”, dijo.

Al vivir en una ciudad pequeña, de 25.000 habitantes, los empleados de la empresa pueden llegar caminando o en bicicleta, y el municipio adoptó medidas especiales y un protocolo para evitar posibles contagios. “Nos ayudamos entre todos”, señaló.

Guisone lamentó que luego de todas las dificultades que atravesó su empresa entre 2018 y 2019 por las sucesivas devaluaciones que encarecieron la importación de los productos, no se haya podido aprovechar el pequeño repunte que la actividad estaba teniendo en los primeros meses del año, donde se avizoraba una mejora para los próximos meses.

“Se perdieron los tres primeros meses del año. Era el primer intento y veíamos una mejora de la economía, industrias que empezaban a pedir presupuestos, a pagar. Había una mejora pero nadie podía prever que iba a terminar pasando esto que pasa ahora, con una pandemia. Ahora no hay ingresos y la cadena de pagos está rota”, expresó. Aunque destacó que las medidas dispuestas por el Gobierno son las correctas porque se tomaron para cuidar la salud.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here