Mientras Jesse Marsch esperaba que algún periodista levantara la mano para hacerle una última pregunta en la conferencia de prensa, habló. Quería reforzar la idea que había vertido segundos antes. Tenía un fastidio atragantado: “Argentina debería ser multada. ¿Ok? Multada. Escriban eso. Deberían tener una multa por salir veinte minutos tarde en el segundo tiempo”. Así, indignado, el técnico de Canadá finalizó su declaración formal ante los medios una hora después de que su selección perdiera 2 a 0 ante Argentina en el estreno de la Copa América.
“¿Cuánto tiempo tardaron ellos? ¿Veinte minutos? ¿Treinta minutos? -preguntó en tono irónico-. Tuvieron tiempo para preparar cómo jugarían contra nosotros en la segunda mitad. Si hubiésemos sabido que teníamos diez minutos más, nos hubiésemos preparado mejor. Más allá de eso, me aseguré de que mis jugadores supieran que ellos iban a idear un nuevo plan y básicamente rotaron un poco más a tres, pero aún así lo solucionamos”, sentenció en declaraciones que recogió la Agencia Reuters.
El reglamento de Conmebol, claro está, tiene artículos referidos a la demora en el ingreso de los equipos con referencia a posibles medidas disciplinarias pautadas que inician en advertencias, apercibimientos o multas. Es cierto que desde la organización podrían plantearle el tema a la Selección con alguna advertencia de no repetir esta demora, aunque seguramente desde el lado albiceleste podrán alegar la enorme demora para llegar desde la cancha hasta el vestuario del Mercedes-Benz Stadium y viceversa.
A su vez, también se mostró optimista por el rendimiento de su equipo a pesar de la derrota: dijo que jugaron mejor de lo que esperaba pero que cometieron errores graves en faceta defensiva y que para ganar este clase de partidos hay que hacerlo de manera perfecta. “Creo que hicimos un buen partido, especialmente cuando pudimos ejecutar nuestro plan táctico. Se lo pusimos difícil a Argentina y pudimos convertir algunos goles; pudimos haber anotado primero”, valoró.
También habló de Lionel Messi y de qué tenía pensado para él en este debut del certamen continental: “Hablamos de ser compactos y de identificar espacios en los que a Messi le gusta aparecer. Hablamos de no meternos de cabeza porque es difícil ganarle en el mano a mano. He sido entrenador en contra suya muchas veces y él es muy bueno. Los dos goles que generó son de clase mundial”.
Fuente Infobae