El grupo terrorista Estado Islámico reivindicó este sábado el ataque con cuchillo de la víspera en Alemania, que dejó tres muertos y al menos ocho heridos, cinco de ellos en estado grave.
Este viernes por la noche, cerca de las 21:40 hora local, un hombre irrumpió en la plaza Fornhof, en el caso histórico de la ciudad, donde se llevaba a cabo un concierto en el marco del festival que celebraba los 650 años del sitio y comenzó a apuñalar de manera indiscriminada a varias de las personas allí presentes, con un cuchillo.
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“No quiero que cunda el pánico, mantengan la tranquilidad, pero tenemos un ataque a cuchillo con varios heridos. Tenemos que interrumpir el festival, váyanse, por favor, lentamente a casa”, dijo uno de los organizadores de inmediato.
Inicialmente, los investigadores no descartaron ninguna hipótesis, dejando así la puerta abierta a un posible caso de un atentado terrorista.
Este sábado, las autoridades informaron de la detención de una persona que supuestamente estaría vinculada con el crimen aunque no se creía que fuera el atacante. “Durante las operaciones de búsqueda ha sido detenida una persona y se está comprobando si existe alguna conexión con el crimen”, dijeron desde la Policía y, luego, precisaron que se trató de “un individuo de 15 años.
Según explicaron, se lo estaba investigando por haber tenido conocimiento previo del suceso y no haber actuado para impedirlo.
Más tarde, confirmaron un segundo arresto, aunque sin confirmar si se trata del agresor. “Hemos seguido un indicio y, por eso, ha habido una operación de las fuerzas especiales. Cuando los indicios se consolidan se realiza un arresto. Cuando tengamos resultados sobre el arresto que se ha realizado podremos decir más”, dijeron fuentes policiales.
La detención se produjo en un centro de acogida para refugiados cerca del lugar del ataque y conllevó una maniobra en la que participaron fuerzas especiales y unos 200 agentes que acordonaron la zona.
El alcalde de Solingen lamentó lo ocurrido y aseguró que “estamos todos consternados”. “Queríamos celebrar el aniversario de nuestra ciudad y, ahora, tenemos que guardar duelo por los muertos y lamentar los heridos. Tengo lágrimas en los ojos y el corazón roto. Pienso en los que han muerto y rezo por los que aún luchan por su vida”, declaró.
Por su parte, el primer ministro del Estado federado, Hendrik Wüst, escribió en sus redes sociales que “se trata de un acto de violencia brutal y sin sentido que nos ha golpeado en el corazón”, mientras Reul sumó a su llegada a la ciudad que “uno quisiera que no fuera verdad lo que se ve aquí”. “Pienso en los deudos de las víctimas y en los heridos… sólo nos queda esperar que los heridos de gravedad se salven”, concluyó.
(Con información de AFP y EFE)
Fuente Infobae
