El viento de un agosto agitado se llevó, hace 12 años, el último suspiro de Carlos Carabajal, quien fuera bautizado por su entrañable amigo Carlos Saavedra como el «Padre de la Chacarera».
Será un 24 de agosto inolvidable y doloroso para los amantes del folclore santiagueño, ya que uno de los grandes autores entregaba su legado a sus hijos para partir a sembrar estrellas en el cielo.
Desde ese momento, hasta los bombos de San Gil comenzaron a sonar distinto y en cada celebración del Santo de los Pobres su memoria sigue latente.
Hoy su hijo Demi Carabajal, le dedicó unas sentidas palabras al eterno Carlos Carabajal:
«Hace 12 años te cantamos susurrando tus chacareras y tus expresiones eran nuestro aplauso…te despedidas de nosotros dejando que nos adueñaramos de todo los que hiciste… nuestro pan de chacareras eternas, de humilde vida cotidiana de un pueblo bandeño hermano.
Padre te amaré siempre, te guardo en mi vida, te llevo en mi sangre y cuido lo que me diste…
Hoy son pobres mis sueños cuando vuelvo a la realidad y quiero encontrarte siempre conmigo … Te amo Papi»