El Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó que la economía argentina caerá 1,2% este año, aunque anticipó un rebote para la segunda mitad del año por la mejor cosecha y el impacto del «programa de estabilización» -así lo llama- que el país suscribió con el organismo multilateral. Sin embargo, proyectó una suba del desempleo de casi un punto, hasta el 9,9%.
Así se desprende del Reporte Económico Mundial (WEO, sus siglas en inglés) que el organismo internacional publicó este martes, antes del inicio de la asamblea de primavera (boreal) del FMI y el Banco Mundial.
El FMI mejoró su perspectiva económica para el país, algo que ya había adelantado el viernes, al presentar el staff report correspondiente a la última revisión de los números locales. Si esperaba una contracción del PBI de 1,6% para 2019, ahora confía en que la recuperación llegará antes de lo esperado y eso moderará la caída, hasta 1,2%.
Sin embargo, el Fondo espera que la tasa de desocupación llegue hasta casi los dos dígitos. Según los últimos datos del Indec, el desempleo aumentó casi dos puntos en un año y al cuarto trimestre de 2018 alcanzaba al 9,1% de la población activa.
El FMI revisó al alza sus expectativas de inflación, aunque calculó que para diciembre llegará al 30,5% anual. La estimación es inferior a la de las consultoras privadas. El último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, correspondiente a marzo, arrojó que los economistas esperan que el IPC marque 35,1% anual al final de 2019, con una suba de 5 puntos desde la encuesta de febrero.
«En la Argentina, las proyecciones de crecimiento fueron revisadas al alza, y se espera que mayores salarios nominales y expectativas crecientes de inflación generen más presiones inflacionarias persistentes en 2019 que las proyectadas en octubre de 2018», fecha de publicación del último WEO, indicó el Fondo.
Para el FMI, la inflación promedio de 2019 será más alta que la registrada entre enero y diciembre y rondará el 34,3%. Para 2020, el organismo multilateral espera que los precios avancen otro 21,2 por ciento.
Pasaron cosas
En su reporte anual, el FMI pasa revista sobre el desempeño de la economía global. A lo largo del documento, dos países aparecen asociados una y otra vez, como parte de un mismo fenómeno: la Argentina y Turquía. El peso y la lira, vale recordar, fueron las monedas que más se devaluaron en 2018.
«Hace un año, la actividad económica aceleraba en casi todas las regiones del mundo y se proyectaba un crecimiento de la economía global del 3,8% para 2018 y 2019», indicó el Fondo. «Un año después, mucho ha cambiado: las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China escalaron, el estrés macroeconómico en Argentina y Turquía, disrupciones en el sector automotriz alemán, políticas más duras de crédito en China y el endurecimiento financiero como consecuencia de la normalización de la política monetaria en las economías más avanzadas contribuyeron significativamente a debilitar la expansión global, especialmente en la segunda mitad de 2018», agregó.
Y si la Argentina y Turquía tuvieron parte de la culpa del peor desempeño global, para el Fondo también tendrán un rol en el rebote económico.
«Se proyecta que la economía argentina se contraerá en la primera mitad de 2019 a medida que la demanda doméstica disminuye por las políticas más duras para reducir desequilibrios, para volver a crecer en la segunda mitad del año a medida que se recuperan los ingresos y la producción agrícola rebota luego de la sequía del año previo», indicó el FMI.
Para el Fondo, «la implementación continua del plan de estabilización bajo el programa de reformas apoyado por el FMI es crucial para apuntalar la confianza de los inversores y restaurar el crecimiento sostenible que mejoran los estándares de vida de todos los segmentos de la sociedad».
Para finalizar, el FMI volvió a pedir por las reformas estructurales. «Complementando estos esfuerzos para estabilizar la economía en el corto plazo, la reanudación de la agenda de reformas estructurales ayudará a impulsar las perspectivas de crecimiento económico de mediano plazo», afirmó.