El fuego devora una reserva natural en Bolivia

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Más de 460.000 hectáreas de bosques y pastizales en la zona turística de la Chiquitania y en una reserva natural de la región boliviana de Santa Cruz, en el este de ese país, fueron arrasadas por un incendio, por lo que la gobernación declaró el estado de “desastre departamental”.

El gobernador de esa región, Rubén Costas, aseguró que esa declaración se justifica en “la dramática situación que está viviendo el departamento y la gran vulnerabilidad que existe” por los incendios.

La declaración de desastre facilitará la actuación coordinada con el gobierno nacional, que envió a Santa Cruz al ministro de Defensa, Javier Zavaleta, y al viceministro de Defensa Civil, Oscar Cabrera, con ese propósito.

El presidente boliviano, Evo Morales, aseguró en Twitter que las autoridades nacionales están haciendo un “seguimiento permanente a los focos de incendio en Santa Cruz”. “Pedimos a la población que colabore y acate todas las medidas preventivas”, agregó Morales.

Unas 468.904 hectáreas fueron arrasadas por los incendios forestales que comenzaron hace unos 10 días, según información difundida por la Gobernación cruceña.

Los municipios declarados en “desastre” por los incendios son Roboré y San Ignacio de Velasco, si bien las labores para controlar el fuego se desarrollan también en otras localidades como San Rafael, Charagua, Concepción, San Matías y San José de Chiquitos.

El incendio de mayor magnitud se registró en Roboré, donde trabajan instructores de bomberos forestales de la Gobernación, bomberos voluntarios, técnicos de municipios, militares y personal de Defensa Civil para proteger a las comunidades que pudieran verse afectadas, según el gobierno regional cruceño.

San Ignacio de Velasco, San José y Concepción son parte de la Chiquitania, una de las principales zonas turísticas de Bolivia donde están asentadas las misiones jesuíticas, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la agencia de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y consideradas de las mejor conservadas de América.

También preocupa la llegada del fuego a la reserva forestal de Tucavaca, cerca de Roboré, que protege una porción del “bosque seco chiquitano”, además de fuentes de agua que son la base del sistema hídrico regional, según datos de la Gobernación cruceña.

Costas destacó la labor de los bomberos voluntarios, quienes “han hecho extremados esfuerzos para poder combatir” el fuego en Santa Cruz, incluida la capital regional, donde en las últimas horas hubo una veintena de incendios. Mencionó que el sábado hubo un incendio en el aeropuerto internacional de Viru Viru, el mayor de Bolivia, que se pudo controlar después de algunas horas.

Según la autoridad regional, “casi el 100% de estos incendios son provocados por los hombres” mediante la quema de basura en las ciudades o el “chaqueo”, una práctica agraria de quemas de vegetación para preparar terrenos de cultivo y pastoreo.

A ello se suman las ráfagas de viento de 80 o 90 kilómetros por hora que se han registrado en Santa Cruz, con lo que “no hay poder humano que lo pueda detener”, indicó.

“No se puede jugar con fuego, no se puede arriesgar recursos naturales, vidas humanas, todo esto que es un patrimonio tan importante que vamos a seguir tratando de defender”, manifestó.

La Gaceta

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