Mauricio Macri ya asumió que los secretos de Estado pueden violarse a distancia y con una computadora potente y decidió la creación de un Comité de Ciberseguridad para proteger información clave del país y evitar que hackers globales o locales trastornen la vida cotidiana de 40 millones de argentinos.
Este nuevo organismo estará a cargo del secretario de Modernización, Andrés Ibarra,y tendrá representantes de Fulvio Pompeo (Secretaría de Asuntos Estratégicos), Jorge Faurie (Cancillería), Oscar Aguad (Ministerio de Defensa), Germán Garavano (Ministerio de Justicia y Derechos Humanos) y Patricia Bullrich (Ministerio de Seguridad). Aunque no esté mencionado oficialmente, Gustavo Arribas (Agencia Federal de Inteligencia) también aportará a sus expertos en tecnología e informática.
Hezbollah y elecciones generales
Durante la realización del G20 en Buenos Aires, los principales resortes del Estado recibieron entrenamiento y sofisticado software diseñado en Estados Unidos, Israel y ciertos países de Europa. Bullrich, Aguad y Arribas estuvieron al frente de la defensa de la información en la cumbre de presidentes, y el escudo tecnológico funcionó pese a que estuvieron bajo fuego enemigo durante todo el foro global.
Macri ahora decidió redoblar los esfuerzos tecnológicos y puso como prioridad la defensa cibernética frente a posibles hackeos vinculados a Hezbollah y los comicios generales. El Presidente tiene una alianza estratégica con Estados Unidos e Israel, y asimismo pretende que las elecciones transcurran sin incidentes y con información oficial en tiempo real.
Hezbollah es una organización terrorista que opera en Medio Oriente y tiene células dormidas y activas en la Triple Frontera, una zona limítrofe de la Argentina que se encuentra a dos horas de avión de Buenos Aires. Acorde a la investigación judicial en el causa AMIA, la organización Hezbollah participó en el ataque a la mutual judía.
El próximo 18 de julio se cumplen 25 años de ese atentado fundamentalista -que dejó 85 muertos y más de 300 heridos-, y Macri decidió crear un registro de organizaciones terroristas colocando a Hezbollah al tope de la lista oficial. Ese decisión de Estado -explican en Balcarce 50- implicará una reacción de Hezbollah que puede significar un masivo ataque cibernético que complique la seguridad y la vida cotidiana en la Argentina.
Además de un plan sistemático para enfrentar hackeos fundamentalistas, el Presidente ordenó que se desplieguen los recursos necesarios para evitar que la información electoral corra peligro. No es que haya un peligro específico o puntual, pero Macri conoce qué sucedió con Hillary Clinton durante la campaña presidencial en Estados Unidos.
La Agencia Central de Inteligencia (CIA) confirmó que la candidata demócrata Clinton fue blanco de un equipo de hackers rusos que arruinaron su futuro electoral, y Macri asume que su estrategia geopolítica está mas cercana a la Casa Blanca que al Kremlin. En este contexto, el Presidente ordenó que se trabaje 24 por 24 para determinar si los rusos ya están operando en territorio nacional.
La creación del Comité de Ciberseguridad no significa la aparición de un organismo público con la responsabilidad de proteger los secretos de la Argentina. Tampoco existe un manual de funcionamiento, ni un sistema de software unificado para todo el Estado nacional, y menos todavía un modelo de entrenamiento común para los funcionarios que trabajarán en el sofisticado terreno cibernético.
Se trata simplemente de una instrucción presidencial destinada a lograr la coordinación de dos secretarías de Estado y cuatro ministerios. El secretario Ibarra conoce de tecnología y Bullrich y Arribas pueden aportar sus expertos, pero no hay un lugar común de clearing de la información clave y diseño de estrategias comunes para enfrentar -como prioridad presidencial- las eventuales operaciones de Hezbollah o los expertos rusos.
Cada ministerio y secretaría remitirá la información estratégica a Ibarra, que a su vez informará al Presidente y mantendrá reuniones periódicas para ajustar los mecanismos de defensa cibernéticos. No hay un plan común ni una instrucción general. Solo una preocupación presidencial a pocos días del aniversario del atentado a la AMIA y a pocas semanas de las PASO.