Bajo el anhelado sueño de desterrar de una vez al kirchnerismo en su pago chico, el gobierno nacional se dispuso a desembarcar en plena campaña electoral con anuncios de obra pública y programas de vivienda en Santa Cruz.
El presidente Mauricio Macri tiene definido no ir a la provincia manejada por Alicia Kirchner, pero encomendó a sus ministros y secretarios de Estado que desfilen allí antes de las elecciones de octubre mostrando obras y programas de la Nación.
«La intención es contrarrestar con hechos que el gobierno nacional no va a desatender a los santacruceños por estar gobernados por el kirchnerismo sino todo lo contrario: mostraremos que es posible hacer obra pública allí en forma transparente y razonable», dijo un encumbrado funcionario de la Casa Rosada aInfobae.
En la práctica, este operativo de desembarco de obras en Santa Cruz ya comenzó a instrumentarse la semana pasada y busca superar el 45,43% de los votos que en las PASO obtuvo el candidato a senador por Cambiemos, Eduardo Costa, ante el Frente para la Victoria, que logró el 29,16%. En la Casa Rosada creen que si se potencia la campaña de Cambiemos con un aluvión de obras y se muestra un cambio de imagen allí, desde el Gobierno se podrá superar el 50% de los votos y esto le dará poco margen a Alicia Kirchner o a sus laderos para volver al poder en el 2019.
El Ejecutivo anunció la semana pasada tres importantes obras para esa provincia. Así, el subsecretario de Recursos Hídricos del ministerio del Interior, Pablo Bereciartua, estuvo en Río Gallegos para concretar la recepción de oferentes para la construcción de la obra de Control de Inundaciones Sarmiento, y anunció el llamado de «manifestación de interés» para la Planta Potabilizadora y el acueducto de 30 kilómetros y el Acueducto Norte, que beneficiarán a Caleta Olivia, Puerto Deseado y otras localidades del norte santacruceño. Estas son dos grandes obras en las que el Gobierno puso mucho énfasis y que durante el mandato de Cristina Kirchner no se lograron hacer. No solo ello: en la Casa Rosada destacan que el mensaje que se quiere impartir en la campaña es que el kirchnerismo «hizo caja» en lugar de obra pública, en función a las denuncias de sobreprecios en las obras que ejecutaba el empresario entonces amigo de Cristina Kirchner, Lázaro Báez.
En este sentido, el ministerio del Interior que conduce Rogelio Frigerio encabezó con Bereciartua el acto de la recepción de los tres oferentes, con un presupuesto inicial estimado en 214.000.000 de pesos a agosto de 2016 que se ajustará en el 2018.
Frigerio recorrerá en los próximos días Santa Cruz también con un anuncio de planes Procrear y un programa de viviendas en Caleta Oliva y Río Gallegos. No será el único que se haga presente, ya que también está prevista la visita de los ministros de Transporte, Guillermo Dietrich y de Desarrollo Social, Carolina Stanley. Se contempla la puesta en marcha también de una obra de vialidad importante y para fin de año empezarán las obras del anuncio estelar de Macri en Santa Cruz: la demorada construcción de dos represas sobre el río Santa Cruz. Se trata de la obra para las represas Cepernic y Néstor Kirchner con financiamiento chino que fue aprobada a través de una resolución conjunta de los ministerios de Energía y Minería y de Ambiente y Desarrollo Sustentable. Hace dos semanas se publicó en el Boletín Oficial el anuncio formal de inicio de estas obras gigantescas que costarán unos 6.000 millones de dólares financiados por China. Entre otros puntos, el texto del anuncio oficial destacó el cumplimiento de lo ordenado por la Corte Suprema de Justicia que había supeditado el inicio de los trabajos de ambas represas a la realización de una audiencia pública para analizar los estudios de impacto ambiental.
Con toda esta batería de obra pública en Santa Cruz, el Gobierno cree que se puede lograr el sueño de Macri de destronar de una vez al kirchnerismo en su provincia emblema.