El Gobierno anunció la puesta en marcha del plan más ambicioso de su gestión, que apunta a resolver el problema del hambre y la malnutrición en la Argentina a través de la entrega de una tarjeta alimentaria con 4.000 o 6.000 pesos que en marzo estará distribuida en el 80 por ciento de las familias con chicos menores de 6 años, objetivo que fue definido como prioritario al constatarse la drástica caída del consumo de leche. Esta semana ya arrancó un plan piloto en Concordia, la ciudad con mayor índice de pobreza del país, y para enero se dará a conocer el cronograma de distribución de las tarjetas, que seguirá el mapa de mayor vulnerabilidad según la información disponible.
Pero el plan es más amplio que la tarjeta alimentaria ya que consta de créditos no bancarios para insumos, herramientas y maquinaria, vínculo de planes sociales con empleo y producción, un plan específico de primera infancia y un plan de inclusión para jóvenes que no estudian ni trabajan, que se irán presentando en las próximas semanas, como una “batería urgente para evitar que se siga deteriorando la calidad de vida» en quienes están más abajo de la escala social.
El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, confirmó que el presupuesto que se destinará al Plan será de 60 mil millones de pesos en un año, tal como anticipó ayer Infobae. “La Argentina tiene una ley de emergencia alimentaria que establece que trimestralmente se actualiza esa partida en función del costo de los alimentos y este año alcanzaremos con el presupuesto que calculamos cubriendo las necesidades alimentarias de casi dos millones de chicos», explicitó. Arroyo precisó, además, que “cuando se hace el control de peso y talla en los comedores se comprueba el empeoramiento de esas mediciones con el paso del tiempo en hermanos de una misma familia porque sólo comen harina y arroz”.
En la conferencia de prensa que se realizó posteriormente, se preguntó pero no hubo precisiones en cuanto a los fondos reservados de la AFI que Alberto Fernández prometió en su discurso de asunción ante la Asamblea Legislativa que prometió destinaría a la lucha contra el hambre.
Por su lado, la responsable de la Coordinación de Políticas Sociales, Victoria Tolosa Paz, explicó de qué manera ese plan esencial se articulará con los distintos ministerios para realizar un trabajo integral, en la producción y precio de los alimentos, la seguridad alimentaria, la posibilidad de garantizar el agua potable a los barrios más humildes, el rol de la educación en materia de alimentación y de los clubes de barrio en la vida cotidiana de los niños y las niñas. Así se explicó la presencia de los ministros Martín Guzmán (Economía), Martín Kulfas (Producción), Gabriel Katopodis (Infraestructura), Nicolás Trotta (Educación), Matías Lammens (Deportes) y Ginés González García (Salud), entre otros funcionarios que formaron parte de la reunión.
Del encuentro participaron también Hilda “Chiche” Duhalde, Agustín Salvia (Observatorio de la Deuda Social de la UCA), monseñor Carlos Tissera (Cáritas), Carlos Vila Moret (Sociedad Rural), Roberto Baradel (CTA), Antonio Aracre (Syngenta), Marcelo Tinelli, Vanesa Herrera Noble, Estela de Carlotto, Adolfo Pérez Esquivel, Jorge Knoblovits (DAIA), Daniel Funes de Rioja (Copal), Esteban Castro (CTEP), Juan Vaso Martínez (supermercadista) y Pablo Narvaja (Pastoral Social), entre otros.
El Gobierno no quiso hacer un lanzamiento formal del plan Argentina contra el Hambre. “No queremos hacer el show de la pobreza”, dijeron cerca del ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo. Y prefirieron presentar la reunión del Consejo contra el Hambre como una segunda reunión de trabajo porque la primera fue el encuentro que se concretó el 15 de noviembre en las oficinas del todavía presidente electo Alberto Fernández.
La gran novedad de hoy, además del lanzamiento del ambicioso plan, fue la incorporación del periodista Martín Caparrós, que el Presidente sentó a su lado durante el encuentro. “Hubo un momento en que a mí me hizo un click en la cabeza. Fue en un momento que ocurrió inesperadamente”, confesó ante los presentes. Y relató que cuando viajó a Madrid, Caparrós le había pedido un reportaje para el diario El País, pero que le explicó que no daba reportajes a medios extranjeros estando en el exterior, aunque lo invitó a tomar un café.
“Tuvo la gentileza de traerme un libro de él que se llama El hambre y nos pusimos a hablar, y me dijo que habría que meter a toda una sociedad en eso, no debería ser un tema de uno, ni de un ministro, ni de un presidente, meter a todos en conjunto en esa idea”, contó.
Luego remarcó: “Por eso, la verdad es que este plan no es el plan del Gobierno, no es el plan de Alberto Fernández, es el plan de la Argentina”. “No soy el dueño de este plan, ya pagué el copyright a Martín. No soy el dueño de este plan, los dueños de este plan somos los argentinos de bien que no queremos que ningún argentino pase hambre”, agregó.
Caparrós habló en la conferencia de prensa que se realizó después del encuentro y reconoció que “es la primera vez que estoy de este lado en una conferencia de prensa de la Presidencia de la Nación” y dijo que “no es tan difícil terminar con el hambre si nos involucramos todos”.
Arroyo explicó que se trata de “una política que apunta a resolver el problema del hambre y la malnutrición, que brinda información a nutricionistas y promotores de la salud especialmente capacitados para orientar a las madres y padres que compran alimentos con ese dispositivo para que amplíen la calidad y diversidad de los alimentos”. Y aseguró: «Detectamos dos problemas graves en los últimos tiempos, uno tiene que ver con el aumento del precio de los alimentos, creemos que hay un 20 por ciento más de personas que están yendo a los comedores producto de que se cayeron los ingresos y aumentó el endeudamiento”.
Además de Caparrós, el ministro y Tolosa Paz estuvieron acompañados en la conferencia de prensa por la cocinera Narda Lepes y la secretaria general de CTERA, Sonia Alesso.