Increíble. El gol que Karim Benzema anotó para poner el 1-0 del Real Madrid sobre Liverpool en la final de la Champions League, en el Olímpico de Kiev, es inexplicable. El más insólito de la historia del torneo.
Iban seis minutos del segundo tiempo cuando el arquero alemán Loris Karius (24 años) intentó salir jugando al ras del piso, con la mano, como si estuviera jugando al bowling. Pero el francés se dio cuenta y el Gato le tomó la leche al arquero.
Benzema puso la pierna, el arquero sacó y la pelota le rebotó en el botín derecho al delantero y la pelota se fue mansamente a instalar adentro del arco del Liverpool. De no creer.
Fuente: Clarín