Este sábado el Milan se impuso por la mínima ante Lazio en la jornada 32 de la Serie A gracias al gol de penal de Franck Kessie a 10 minutos para el final del partido. El triunfo dejó al elenco local en la cuarta colocación de la tabla de posiciones, en la zona de clasificación a la siguiente Champions League.
Tras el triunfo, Tiémoué Bakayoko se acercó a uno de sus rivales, Francesco Acerbi, y le pidió intercambiar camisetas cómo símbolo de respeto, como suele suceder en la mayoría de los partidos, y el italiano aceptó, sin saber lo que ocurriría después.
Durante la semana previa al duelo, Acerbi había calentado el ambiente asegurando que su equipo era mejor que su contrincante: «No hay comparación». Esto había provocado la respuesta de Bakayoko en las redes sociales: «Ya veremos».
Detrás de lo que parecía ser un intercambio amistoso de camisetas, se escondía el rencor de un futbolista que no había olvidado aquellas declaraciones y quería venganza. Así, como si fuese un trofeo de guerra, el mediocampista tomó a prenda y la llevó hacia donde se encontraba su afición para demostrarles que no sólo habían vencido al oponente, sino además ridiculizado.
Tras la repercusión que tuvo su gesto, el propio Bakayoko, quien también había publicado una imagen en el vestuario con la casaca de número 33 de Lazio, se disculpó: El mío fue un gesto juguetón. No quería faltarle el respeto a nadie. Pido disculpas a Acerbi si se sintió ofendido».
El Milan jugará ahora ante el Parma en condición de visitante por la jornada 33 de la Serie A, mientras que Lazio, que se encuentra a tres puntos de la zona de clasificación a Europa League, recibirá al Chievo Verona, que marcha último y está al borde de perder la categoría.
Fuente: Infobae