El lado B del coronavirus: animales e insectos se apoderan de las calles por la ausencia de personas

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A deer walks across a pedestrian crossing in Nara, Japan, Thursday, March 19, 2020. More than 1,000 deer roam free in the ancient capital city of Japan. Despite the town's tourism decline, these wild animals are doing just fine without treats from tourists, according to a deer protection group. (AP Photo/Jae C. Hong)

La pandemia global de coronavirus que se desató en China y que dejó miles de fallecidos en diferentes partes del mundo está provocando efectos colaterales como fábricas inactivas, puertos clausurados, bancos cerrados, grandes concentraciones de personas postergadas con el objetivo de contener el crecimiento exponencial de la curva de contagio. Sin embargo, estas medidas también contribuyeron a “despejar” algunos cielos y convertir el mundo en un escenario ideal para que ciertas especies salgan tras la ausencia de los humanos en las calles.

Además, el confinamiento obligatorio en muchos países provocó la reaparición de diferentes especies de animales e insectos. “Cuando uno estudia las poblaciones y los ecosistemas hay algo característico: cada especie ocupa un nicho y no solo es un espacio físico sino también en la cadena alimenticia. Lo que estamos observando ahora que el humano está reclutando en su micro-hábitat es que genera un aumento de espacio para que el nicho de otras especies pueda crecer”, dijo a Infobae Federico Prada, director de las licenciaturas en Biotecnología y Bioinformática de la UADE.

Además de los animales, se pudo evidenciar una creciente presencia de insectos como polillas, abejas, mosquitos, entre otros. “En relación a los insectos, lo que observamos con las polillas y abejas puede estar relacionado con la disminución de movimiento, pero a diferencia de lo que ocurre con los animales, se va a empezar a notar aún más a largo plazo. También hay que tener en cuenta que puede ser una cuestión temporal que lleve a un pico de explosión de especies”, apuntó Prada.

De acuerdo a Ricardo Ferrario, dueño de Clean City y especialista en la gestión de control de plagas, la aparición de insectos como polillas responde netamente a lo estacional: “Todos los años se da dependiendo de las humedad, el clima y la estación. En este último tiempo tuve muchas consultas relacionadas a la aparición de las mismas en los hogares, pero no lo relacionaría con la cuarentena, ya que no hay ningún tipo de evidencia científica sobre ello”.

Por otro lado, para el licenciado Alejandro Inti Bonomo, responsable de la carrera de Gestión Ambiental en la UADE, siempre hay explosiones poblacionales de determinados insectos como abejas o polillas que no necesariamente tienen que ver con la cuarentena: “Aún no hay evidencia que lo relacione con la cuarentena obligatoria. Lo que sí esta está bajando es la contaminación atmosférica. producto de las actividades industriales, y el aislamiento social”.

En cuanto a los animales que están «apareciendo en la ciudad tras la ausencia de las personas en las calles, Ferrario explicó que son muchas las consultas por aparición de roedores en la ciudad: “La aparición de los roedores en las calles es algo tremendo y realmente preocupante. Las llamadas responden a usuarios que las ven revolviendo la basura en calles desoladas. El gran problema es cuando la población vuelva a la normalidad y los comercios como los de gastronomía abran, hay que controlarlas porque puede ser un gran problema”.

La NASA y la Agencia Espacial Europea afirmaron que, desde enero, sus satélites de monitoreo de contaminación sobre China detectaron enormes descensos de dióxido de nitrógeno, que es producido generalmente por los motores de vehículos, plantas termoeléctricas y fábricas. “Existe evidencia de que el cambio está relacionado, al menos parcialmente, a la desaceleración económica tras el brote de coronavirus”, comentó la NASA en un comunicado.

Lo mismo sucedió en Italia según datos de un satélite de la Agencia Espacial Europea, donde la contaminación del aire ha disminuido tras el silencio y el aire limpio que reemplazaron el fuerte ruido de los turistas que abarrotaban los estrechos callejones de la ciudad lagunar y la contaminación causada por los potentes motores de las lanchas utilizadas por los residentes y trabajadores.

Es así que los se reportaron bajos niveles de dióxido de carbono, producido por la actividad humana, que se ha visto paralizada tras la emergencia sanitaria que se encuentra atravesando el mundo y que lleva más de 22 mil fallecidos en más de 150 países.

“Es un alivio efímero, ya que por ejemplo, en Medellín donde se retomaron las actividades, el nivel de smog volvió a ser el mismo. Mientras dure la cuarentena vamos a tener el aire limpio pero cuando se termine volverá a ser lo mismo, no alcanzan unos meses para que el sistema cambie a un estado más sano”, enfatizó Inti Bonomo.

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