La rueda se puso en movimiento. El tema se discute en cada reunión. El macrismo comenzó a mover la maquinaria que mejor conoce y que más rédito le dio: la electoral.
El timbreo nacional del sábado fue una clara señal de que Cambiemos jugará a fondo no solo para preservar el poder que consolidó en las últimas dos elecciones, ya que el plan en el que trabajan es bastante más ambicioso: la meta es arrebatarle por lo menos cinco provincias al peronismo.
Con el objetivo primario resuelto, es decir, las reelecciones de Mauricio Macri, María Eugenia Vidal (Buenos Aires) y Horacio Rodríguez Larreta (Capital) fuera de discusión, el Gobierno trabaja sobre la fotografía que arroja la actualidad.
Con un peronismo atomizado y sin líderes, el optimismo gana la escena en los despachos de la Casa Rosada. Ni siquiera preocupa la importante caída de la imagen que tuvo el Presidente a fin de año. «Ya lo empezamos a revertir y nadie lo pudo capitalizar», se entusiasmaron cerca del jefe del Estado.
Ante ese escenario, Cambiemos se prepara para enfrentar el año próximo un cronograma de comicios anticipados.
Es que el Gobierno está convencido de que por la falta de un candidato nacional de peso, la gran mayoría de las provincias gobernadas por el peronismo adelantarán las elecciones.
En ese listado aparecen Córdoba, Tucumán, Salta, Entre Ríos, San Juan, Chaco, La Rioja, San Luis, Santa Cruz y Tierra del Fuego .
En paralelo, la mesa chica que integran Macri, Vidal, Rodríguez Larreta y el jefe de Gabinete, Marcos Peña, definió que las elecciones porteñas y bonaerenses estarán sincronizadas con la nacional. Pero Cambiemos se guardará una carta ganadora para jugar en la mitad del calendario que proponga el Partido Justicialista: Mendoza, el quinto distrito electoral del país, se mezclará entre los comicios opositores.
«Ya estamos trabajando. Si ellos desdoblan es una señal de debilidad», describieron fuentes oficiales.
Con la mirada puesta en el futuro y sin grandes complicaciones políticas en el horizonte, Macri deberá mostrar en los próximos meses que puede domar la inflación; esa es la gran apuesta del año. «Este es un año económico y de gestión», anticipó uno de sus hombres de confianza.
Las apuestas oficialistas
El año electoral se largará después del Mundial de fútbol y ya tiene la primera fecha. Es una disputa simbólica, pero de gran peso interno: la elección en la localidad cordobesa de Marcos Juárez será el 9 de septiembre.
Hace tres días, en esa localidad de 100.000 habitantes el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, presentó a los cuatro aspirantes a la gobernación: el senador Héctor Baldassi -favorito del Presidente-; Luis Juez (se acaba de sumar al equipo de Frigerio); el jefe de la bancada de Cambiemos en Diputados, Mario Negri, y el intendente de Córdoba, Ramón Mestre. Y, aunque aún no lo manifestó públicamente, podría sumarse un contrincante más: el ministro de Turismo, Gustavo Santos .
La expectativa en Córdoba es muy elevada. Se trata de la provincia donde mayor caudal de votos cosechó Macri en 2015 y el año último Cambiemos le sacó 17 puntos de ventaja a su competidor; es uno de los distritos en los que aspira a derrotar al PJ.
Pero la danza de nombres también se repite en otros distritos en los que el Gobierno considera que tiene altas chances de lograr una victoria. En La Pampa, el secretario de Deportes, Carlos Mac Allister, será el encargado de disputarle el poder al gobernador Carlos Verna.
En Entre Ríos, provincia en la que Frigerio tiene preeminencia, hay una terna de potenciales postulantes: el ministro de Agroindustria, Miguel Etchevehere; el diputado nacional Atilio Benedetti, y el intendente de Basavilbaso, Gustavo Hein.
Otro distrito que aún no está definido es La Rioja. Ahí compiten por prevalecer el senador y exministro de Defensa Julio Martínez, pero también asoma el intendente peronista Alberto Paredes Urquiza, que en la última elección jugó con el macrismo.
En Salta, San Luis, Santa Cruz y Tierra del Fuego, el juego es más claro. Ahí competirán el intendente de Salta, Gustavo Sáenz; Claudio Poggi; el senador Eduardo Costa, y Héctor «Tito» Stefani, respectivamente.
En Santa Fe, donde gobierna el socialismo, el macrismo también pondrá una figura para pelear en primer término la interna y después la gobernación, hoy en manos de Miguel Lifschitz.
El elegido es el diputado nacional Luciano Laspina, que esta semana almorzó en la Casa Rosada con Frigerio. En los próximos días Laspina podría hacer pública su intención de ir por la pelea electoral.
Pero no la tendrá fácil. Es que antes deberá vencer en las PASO a un radical con llegada directa a la Casa de Gobierno: el intendente de Santa Fe, José Corral.
Los definidos y los postulados
María Eugenia Vidal (Buenos Aires) Horacio Rodríguez Larreta (Capital) C. Mac Allister (La Pampa) Gerardo Morales (Jujuy) Gustavo Sáenz (Salta) Eduardo Costa (S. Cruz) Héctor «Tito» Stefani (Tierra del Fuego) Claudio Poggi (San Luis)
Danza de nombres
H. Baldassi, L.Juez, M. Negri, R. Mestre y G. Santos (Córdoba) Miguel Etchevehere, Atilio Benedetti y Gustavo Hein (Entre Ríos) Julio Martínez y Alberto Paredes Urquiza (La Rioja) Luciano Laspina y José Corral (Santa Fe).
Fuente: la nación