En esta cuarentena obligatoria, Jimena Barón está viviendo en la casa de Daniel Osvaldo por pedido de su hijo Morrison. Por el bienestar del pequeño, la cantante decidió dejar en el pasado las antiguas peleas y los enfrentamientos que había mantenido con el jugador de fútbol de Banfield.
En las redes sociales, ambos suelen mostrar cómo pasan sus días durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio. En esta oportunidad, el futbolista publicó en sus historias de Instagram una frase que pertenece a la canción Siete crisantemos de Joaquín Sabina: “Lo bueno de los años es que curan heridas. Lo malo de los besos es que crean adicción”.
¿Será este un mensaje dedicado para la mamá de su hijo? Desde que comparten el mismo techo, los rumores de reconciliación se hicieron cada vez más fuertes. Ambos demostraron que tenían una muy buena relación, incluso ella aprovechó para tener una fiesta de cumpleaños diferente: “Cumplo 33 años, se festeja, e inesperadamente es un cumpleaños de los más lindos, muy inesperadamente”.
Al principio, la intérprete de La Cobra negaba cualquier tipo de acercamiento con el delantero y aseguró que dormían en cuartos separados para que no hubiera sospechas. “Esto es convivencia parental, che”, respondió cuando una seguidora le consultó si había tenido sexo con Osvaldo.
Sin embargo, con el paso de los días la actriz fue cambiando su manera de pensar. Primero, posteó unos videos en los que dejaba en evidencia que todavía sentía una fuerte atracción por su ex pareja. En una publicación mostraba lo que le costaba no mirarlo cuando él estaba sin camiseta caminando por el patio. El histeriqueo entre ellos era cada vez más evidente.
Además, Jimena admitió que ya no le quedaban pretextos para tener relaciones con Daniel durante un Instagram Live que realizó con Lizardo Ponce en el que jugaron al tutti frutti. A diferencia del juego tradicional, elegían categorías poco convencionales que les sugerían las personas que estaban siguiendo la transmisión en vivo. “Acá la gente dice excusas para no coger”, dijo el influencer. Entre risas, la actriz le respondió con total sinceridad: “A mí me quedan pocas excusas…”.
Lizardo logró ganar este desafío y como “prenda” por perder le pidió a la cantante que lo mostrara a Osvaldo frente a la cámara. De manera inmediata, la artista cumplió con su palabra. “¡Ay, toda la familia!”, manifestó con humor, y luego los tres se despidieron porque tenían que cenar. En las redes, Jimena suele mostrar los diferentes platos que cocina para Momo y Daniel.
En las redes sociales, ambos dan indicios de que podrían darse una nueva oportunidad para el amor, ya que han logrado convivir de manera cordial bajo el mismo techo, como cuando vivieron en Italia hace unos años. Al poco tiempo de regresar a la Argentina, se distanciaron en medio de denuncias públicas por violencia verbal. Luego de un tiempo, apostaron a su amor otra vez, pero la relación no prosperó. Quizás en esta oportunidad, logren tener una relación estable y así reconstruir la familia. Ahora solo restar esperar que alguno de los protagonistas de esta historia se anime a confirmar la reconciliación.