El mercado de pases de Boca ya se mueve a buen ritmo desde hace varios días. Bajo el atento seguimiento del ex enganche e ídolo del club, varios nombres de posibles refuerzos trascendieron.
Sin dudas el más importante es el de Paolo Guerrero, quien le confesó al propio Riquelme su deseo de jugar para Boca. Formalmente, el Xeneize comenzó con las negociaciones (Román se puso en contacto con el presidente de Inter de Porto Alegre, Marcelo Medeiros) y aunque en un primer momento hubo trabas de parte de la dirigencia del club brasileño dueño de la ficha del futbolista, al parecer no verían con malos ojos desprenderse del goleador peruano, siempre y cuando entre como parte de pago un jugador xeneize del plantel actual. Se trata de Emanuel Reynoso.
Bebelo, de 24 años y quien tiene contrato con Boca hasta junio de 2022, es del agrado de Eduardo Coudet, flamante nuevo entrenador del conjunto brasileño. Si bien el Chacho no desea desprenderse de Paolo Guerrero, el deseo del delantero peruano sería suficiente como para no interceder. Sin embargo, el entrenador argentino ya apuntó a un futbolista de Boca que le interesa. De esta manera, el cordobés podría formar parte del trueque y de esta manera, el Xeneize no deberá desembolsar los 4.500.000 de dólares que vale la cláusula del peruano de 36 años.
«No hay oferta de Boca Juniors por Paolo Guerrero, él debe entrenarse con el grupo el 8 de enero. Estoy seguro que se va a quedar acá porque es un excelente profesional”, expresó el dirigente, mientras que Coudet también dio su punto de vista: «Mi intención es que Paolo continúe, poder contar con él para lo que viene». Por estas declaraciones, serán claves las próximas horas para determinar si Boca podrá contar con su delantero predilecto para el año próximo.
Por supuesto, un tema no menor es la clara posibilidad de que retorne un futbolista a Boca, que juega en una posición similar a la de Bebelo Reynoso. La Secretaría Técnica encabezada por Riquelme analiza la seria posibilidad de volver a contar con los servicios de Edwin Cardona, quien en caso de liberarse y retornar al club, le permitiría al Xeneize negociar al futbolista cordobés.
Al colombiano, confeso fanático de Riquelme y por el cual Román tiene debilidad, se le vence el contrato en Pachuca de México y deberá regresar a Monterrey, club también mexicano dueño de su pase. Los Rayados ya manifestaron que no será tenido en cuenta, es por eso que desde Boca intentarán encaminar su regreso.
Cardona encajaría perfecto en el esquema que Riquelme imagine para el futuro Boca, el 4-3-1-2. Edwin arribó a Boca a mediados de 2017, por pedido del por entonces entrenador Guillermo Barros Schelotto, y fue transferido en diciembre de 2018, luego de haberse quedado afuera del banco en la final de la Copa Libertadores ante River en Madrid.
En tanto, de los nombres que Riquelme y compañía apuntaron como posible refuerzo, uno ya se bajó. Se trata de Charles Aránguiz, del Bayer Leverkusen. El volante chileno de 30 años, a través de su representante, agradeció el interés pero expresó que su deseo es continuar jugando en el fútbol europeo, más allá de junio del próximo año, fecha en la cual vencerá su vínculo con el equipo alemán.
Por último, de los futbolistas que deberán retornar de otros clubes porque se vencieron sus respectivos préstamos, uno ya tendría el aval de Juan Román para quedarse. Se trata de Nahuel Molina Lucero, lateral derecho que estuvo a préstamo y mostró un gran rendimiento en Rosario Central.
Vale recordar que en esa posición Boca cuenta con Julio Buffarini y Marcelo Weigandt, además de que Leonardo Jara retornará del DC United, y que entre los sondeos estuvieron Mauricio Isla, lateral chileno que milita en el fútbol turco, y Renzo Saravia, del Porto de Portugal.
El otro jugador al que se le vence el préstamo es Sebastián Pérez (Barcelona de Ecuador). El colombiano cuenta con serias chances de mantenerse en club, ya que la idea de la dirigencia de Boca es recuperar el nivel del colombiano.
