Un día después de que Barack Obama ordenara la expulsión de 35 agentes de inteligencia al servicio de Rusia por el hackeo durante la campaña electoral estadounidense, Vladimir Putin tiene en su escritorio la propuesta de su diplomacia para responder a esas sanciones: se trata de la expulsión de 35 -la cifra no es una coincidencia- diplomáticos de los Estados Unidos.
«El Ministerio de Relaciones Exteriores […] propuso al presidente ruso declarar persona non grata a 31 diplomáticos de la embajada de los Estados Unidos en Moscú y cuatro diplomáticos del consulado general estadounidense en San Petersburgo», indicó Serguéi Lavrov, titular de la cartera, en una entrevista televisiva.
Al hacer el anuncio de la propuesta, el titular de la diplomacia rusa cuestionó duramente la sanción y las acusaciones de Washington. «La Administración estadounidense saliente de Barack Obama, que acusa a Rusia de todos los pecados mortales, incluido el fracaso de sus iniciativas de política exterior, como saben, anunció de manera infundada que Rusia se inmiscuyó a nivel estatal en la campaña electoral en los Estados Unidos que terminó con la derrota de la candidata demócrata», dijo.
«No podemos dejar sin respuesta semejantes invectivas. La reciprocidad es la ley de la diplomacia y de las relaciones internacionales», agregó Lavrov. Si bien aún resta que Putin ratifique estas represalias, cuesta imaginar que no lo hará.
Obama anunció el jueves las medidas contra Moscú luego de las acusaciones de presuntos hackeos rusos en las elecciones de Estados Unidos. «He ordenado un número de acciones en respuesta al agresivo acoso del gobierno ruso sobre funcionarios estadounidenses y operaciones cibernéticas contra la elección estadounidense», señaló el jefe de Estado a través de un comunicado.
«Todos los estadounidenses deberían sentirse alarmados por las acciones de Rusia. En octubre, mi Administración dio a conocer nuestra evaluación de que Rusia adoptó medidas destinadas a interferir con el proceso electoral de los Estados Unidos», añadió.
En concreto, resolvió cerrar dos bases rusas en Nueva York y Maryland, y declarar personas no gratas a 35 agentes de inteligencia rusos. «He sancionado a nueve entidades e individuos: el GRU y el FSB, dos servicios de inteligencia rusos; cuatro oficiales individuales del GRU; y tres empresas que prestaron apoyo material a las operaciones cibernéticas del GRU», detalló el mandatario.
Las cinco instituciones son: la Asociación Profesional de Diseñadores de Sistemas de Procesamiento de Datos, una organización autónoma no comercial; Servicio Federal de Seguridad (Federalnaya Sluzhba Bezopasnosti o FSB); Dirección General de Inteligencia (Glavnoe Razedyvatelnoe Upravelenie o GRU); Centro de Tecnología Especial; y Zorsecurity, anteriormente conocido como Esage Lab o Tsor Security.
Las cuatro personas, en tanto, son: Vladimir Stepanovich Alexseyev, el primer jefe adjunto del GRU; Aleksey Alekseyevich Belan; Evgeniy Mikhaylovich Bogachev; Sergey Gizunov, subdirector del GRU; Igor Korobov, jefe del GRU; e Igor Kostyukov, el primer jefe adjunto del GRU.
La primera respuesta de Rusia llegó pocas horas después, el mismo jueves. Maria Zakharova, vocera del Ministerio de Exteriores ruso, dijo en un comunicado publicado en Facebook que anunciaría medidas en represalia el viernes. «Mañana (por hoy viernes) serán las declaraciones oficiales, las contramedidas y muchas otras cosas», escribió.
Como acción inicial, el gobierno ruso había ordenado el cierre de la Escuela angloaAmericana de Moscú. Se trata del centro educativo que atiende a los hijos del personal de las embajadas de Estados Unidos, el Reino Unido y Canadá.