Pero el exjuez está determinado a dejar el Ejecutivo si también lo hace Valeixo, afirmaron fuentes cercanas al exmagistrado al diario Folha de S. Paulo.
Los cortocircuitos entre Moro y Bolsonaro datan casi desde el inicio del gobierno, hace un año. El exjuez dijo que optó por dejar su popular carrera judicial a cambio de dirigir con autonomía el ministerio.
Pero el presidente de Brasil ha proferido varios reveses a esas aspiraciones.
A ello se suma que la crisis por el coronavirus también los encontró en veredas opuestas. Moro ha cuestionado la estrategia negacionista del presidente, mientras que el círculo cercano de Bolsonaro dejó trascender el malestar con el exjuez porque no se inmiscuyó en su defensa y optó por un bajo perfil.
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