Es uno de los chicos formado en la cantera del club que hoy tiene su oportunidad en el equipo profesional que dirige Leo Gutiérrez. Su llegada a la institución y el proceso de desarrollo hasta este presente prometedor que lo ubica como una de las grandes promesas del Negro de La Banda.
Llegó al club en el año 2015 reclutado por Facundo Müller y Herman Mandole que en ese momento estaban trabajando con el plantel profesional. “Había un campus y me presenté con todas las ilusiones, por suerte pude quedar en el club en una de las máximas alegrías que me dio este deporte. A partir de entonces pude empezar a formarme como jugador y persona”, recuerda el jugador nacido en San Miguel de Tucumán.
Ese año Olímpico pudo consagrarse como el primer Campeón Argentino de Clubes de la provincia en la Categoría U19, una de las máximas alegrías que recuerda la institución en divisiones formativas, y Luciano fue parte de ese equipo junto a otros chicos que grabaron a fuego su nombre en la historia del Negro de La Banda. “Fue algo increíble, teníamos un equipazo y con la ayuda de mucha gente pudimos ir sorteando etapas hasta quedarnos con un título inolvidable para una camada de amigos y grandes jugadores. Hoy siento mucha alegría de volver a jugar juntos con Guilli (Aliende) y Santi (Roitman). Que hayan regresado y parte de esa camada tan importante para el club este representada nos llena de orgullo a todos”.
”Tras jugar Liga de Desarrollo, Luciano Ortiz pensó en “cambiar de aire” y estar cerca de sus afectos, es así que decidió regresar a Tucumán y hacer experiencia en el viejo TNA, hoy Liga Argentina. “Estuve en Mitre con algunos minutos de calidad y roce en una competencia muy áspera, esto ayudó a soltarme en mi juego y alcanzar la confianza que necesitaba, pero siempre con las expectativas de volver a Olímpico, el club que me abrió las puertas y confió en mí desde un primer momento. Sentía que debía regresar y devolver un poco de todo lo que me dieron”, agrega el jugador de 21 años y 2 metros que en la actualidad tiene una oportunidad en el equipo mayor que conduce Leo Gutiérrez. En ese sentido, agrega: “Cuando me enteré que Leo iba a ser el entrenador pensé de inmediato en la importancia de poder estar y absorber todos sus conocimientos y experiencias como el tremendo jugador que fue y ahora como técnico, yo sabía que era una oportunidad única para crecer en este camino al profesionalismo”, comenta Ortiz sobre la llegada de Gutiérrez, referente obligado de la recordada Generación Dorada.
En la actualidad, y producto de esa larga rotación que emplea Gutiérrez utilizando a chicos jóvenes, Ortiz ha conseguido un protagonismo importante en el equipo liguero, inclusive llegando a formar parte del 5 inicial del Negro en algunas presentaciones del Súper 20. “Tuve que adecuar mi juego a las necesidades del equipo porque cada uno va cumpliendo su rol. Sé que tengo que entrar a defender en primer lugar y a su vez ir tomando pequeños desafíos en ataque, si me queda un tiro abierto tomarlo y así ir ganando confianza. Recuerdo que llegué siendo tirador, pero en la Liga de Desarrollo nos faltaba alguien que rompa hacia el cesto y tuve que adaptarme, ahora regresé a mi época de cuatro abierto y tengo que quedarme parado para lanzar, aunque siempre predispuesto a entregar lo mejor para el equipo y en el puesto y función que sean necesarias.”, explica “Lucho”.
Finalmente, Ortiz tuvo palabras de agradecimiento para la organización. “El coordinador de formativas, Julián (Pagura) me vio en las buenas y en las malas, la verdad que me siempre me ayudó reprendiéndome o dándome palabras de aliento y apoyo. Estoy muy agradecido tanto a él como a todos los entrenadores, colaboradores y dirigencia por lo que hicieron por mí».
LOS NÚMEROS DE ORTIZ EN EL SÚPER 20
Estuvo presente en los 8 partidos del certamen con 13,2 minutos por encuentro, donde sumó 3, 6 puntos y 2 rebotes por noche.