Rodolfo D’Onofrio decidirá en septiembre si en diciembre irá por la reelección. Sin embargo, eso no le impide proyectar el River que le gustaría ver. En ese marco, el presidente del club de Núñez tiene una certeza: el Monumental está sintiendo cada vez más el paso de los años y necesita una modernización que él está dispuesto a poner en marcha en caso de que se incline a ir por un nuevo mandato antes que desembarcar en la política nacional, tal la inquietud que también lo moviliza. Pero en la cabeza de D’Onofrio sobrevuela otra idea incluso más ambiciosa: la posibilidad de construir un nuevo estadio a unos 600 metros de donde se encuentra el Monumental, en un predio ubicado detrás de la ex ESMA.
«Creo que el fútbol profesional está organizado, la parte financiera y económica también. Ahora lo que hay que hacer, esté yo u otro, es remodelar el estadio o hacer uno nuevo porque este estadio ha pasado muchos años y necesita una adecuación, un rejuvenecimiento», afirmó D’Onofrio el jueves, en la previa del partido que River le ganó 4 a 2 al Melgar de Perú por la Copa Libertadores.
Según la información a la que pudo acceder La Nación, D’Onofrio no descarta incluso la posibilidad de demoler el actual estadio y vender el terreno donde se encuentra el Monumental y construir un estadio nuevo, con capacidad para entre 80 mil y 90 mil personas (hoy entran 61.688 espectadores).
El mega proyecto, que tendría un costo de unos 250.000.000 de dólares, sería financiado con la venta de los terrenos donde se encuentra el Monumental y con el aporte de empresas privadas. «Si se concreta, la idea es que el actual estadio sea derrumbado una vez que esté listo el otro. De esa manera, el equipo no resignaría la localía durante el tiempo que demandaría la construcción de la cancha nueva», dijo a este diario un dirigente de River.
De acuerdo a los estudios preliminares que realizaron los dirigentes de River, el nuevo estadio que imagina D’Onofrio tendría accesos todavía mejores que los del Monumental y allí mismo funcionarían el resto de los deportes del club. En cambio, el área educativa de River (jardín, colegios primario y secundario, y la Universidad) se trasladaría enfrente del Monumental, en un polo educativo que se construirá donde hoy está el Tiro Federal.
Más allá de la ingeniería financiera que demandaría, uno de los reparos para la construcción del nuevo estadio está relacionado con las dudas que tienen los dirigentes sobre qué hacer con el museo del club, inaugurado el 9 de noviembre de 2009. «Se analiza la posibilidad de que el museo siga en pie y que ese sea uno de los sectores que seguirían siendo propiedad del club», comentaron las fuentes.
En el caso de que D’Onofrio desista de la posibilidad de construir un nuevo estadio, las obras para modernizar al Monumental tienen un costo aproximado de 40.000.000 de dólares. Esas obras contemplarían la construcción de nuevas plateas cerquita de la actual pista de atletismo, de manera que las tribunas quedarían más cerca del campo de juego, así como también la colocación de un techo y un rejuvenecimiento de las estructuras internas del Monumental, deterioradas por el paso de los años al punto de que cuando llueve mucho el anillo del estadio suele inundarse.
El Monumental se inauguró el 25 de mayo de 1938, durante la presidencia de Antonio Vespucio Liberti (de allí el nombre oficial del estadio), y en 1978 fue remodelado para el Mundial que ganó Argentina. Ahora, el estadio de River es nuevamente carne de debate dirigencial. Y la sensación es que, en un plazo no mayor a cuatro años, River tendrá un estadio remodelado o un escenario nuevo, como cuando en 1937 se mudó de la cancha que tenía en Figueroa Alcorta y Tagle a su actual lugar en el mundo, o como cuando en 1921 se trasladó de la Boca hasta la citada esquina del barrio de Recoleta.