A partir de un relevamiento, realizado por el Comité de Emergencia Municipal, sobre el impacto de la lluvia registrada la tarde del domingo, decenas de familias de distintos sectores de la ciudad fueron asistidas con materiales, comestibles y otros elementos de primera necesidad.
También se intensificaron los trabajos de desagote en los sectores donde se acumuló agua con el fin de normalizar la situación lo antes posible.
Encabezado por el intendente Pablo Mirolo, personal de las secretarías de Obras y de Servicios Públicos y de la Dirección de Desarrollo Social trabajaron desde los minutos posteriores a la tormenta para organizar las acciones.
Según informó el secretario de Servicios Públicos, ingeniero Roger Nediani, “el trabajo fue positivo, ya que las diferentes áreas respondieron rápidamente ante esta situación, primero haciendo un relevamiento de las caídas de cables, postes y ramas, además de los sectores donde se acumuló agua”.
Las bombas distribuidas en puntos estratégicos de la ciudad tuvieron el resultado que se esperaba, ya que a pesar de la gran cantidad de agua caída se pudo desagotar las calles en poco tiempo.
De la misma forma, personal de Servicios Públicos recorrió la ciudad con sus camiones cisternas, que fueron utilizados para extraer agua de algunas calles anegadas.
En cuanto a la tarea de asistencia, Nediani destacó el trabajo realizado por la municipalidad para llevar ayuda a las familias que sufrieron filtraciones o daños en sus viviendas, además se les proveyó de comestibles y otros elementos.
“Esta es una primera asistencia, porque los agentes de Desarrollo Social se encargan de hacer un relevamiento de toda la situación, que sirve para luego planificar una ayuda más organizada, de acuerdo con las necesidades de cada caso. Este trabajo continuará durante las próximas semanas para ayudar a estas y a otras familias que requieran ayuda de la municipalidad”, explicó.
Por otra parte, Nediani hizo un nuevo llamado a los vecinos para que colaboren con el cuidado de la higiene y eviten acumular desechos domiciliarios, restos de poda y escombros, que impiden el normal escurrimiento del agua cuando llueve.
