El pacto de Macri y Vidal con Massa se dobla, ¿y se rompe?

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Por los pasillos del patio de Las Palmeras de la Casa Rosada se reflotó en los últimos días una crítica subterránea hacia, quizás, la figura con más brillo actual en el universo PRO-Cambiemos, la gobernadora María Eugenia Vidal. La crítica, que nació en los tempranos días de enero de este año, fue por el acuerdo de gobernabilidad que negoció con el Frente Renovador de Sergio Massa para hacer pie en una provincia con miles de trampas y al borde de la quiebra.

Hechos concretos: el massismo se quedó con la presidencia de la Legislatura, en manos de Jorge Sarghini, al igual que sillas en los directorios de organismos municipales, como Daniel Arroyo en el Banco Provincia.  Sobre todo, Massa fortaleció su figura para negociar -también a nivel nacional- políticas y porciones de poder. Vidal, en tanto, logró el respaldo parlamentario para aprobar las primeras leyes claves para su gestión, como el presupuesto de este año y las declaraciones de emergencia administrativa y en materia de seguridad, que le permitió utilizar a partidas presupuestarias con un control burocrático más laxo.

Un sector del Gobierno cuestionó, y cuestiona, que se financie con estos nombramientos a un rival directo en el 2019. Es más, hubieran preferido desde el inicio una negociación con sectores del PJ no kirchnerista (algo que, en rigor, es lo que sucede en la actualidad). Una interna, como muchas otras que florecen y se desarrollan en el partido que en poco más de 10 años de vida llegó a Balcarce 50.

Sobre todo, Massa fortaleció su figura para negociar -también a nivel nacional- políticas y porciones de poder.

Ahora ese pacto, ese acuerdo, se encuentra en una etapa de revisión porque en el radar de ambas fuerzas asoman las elecciones legislativas del año que viene . «Sin dudas va a buscar ser el más opositor», advirtió a Infobae un importante funcionario del Ejecutivo sobre Massa.

El análisis que se hace es en relación a los movimientos del tigrense en el último mes: un ejemplo fue el cruce con Mauricio Macri a raíz de la política económica de abrir las importaciones.

«La relación a futuro va a depender de la estrategia que él proponga para su posicionamiento porque es un acuerdo que se redefine con las acciones», indicó un funcionario bonaerense a este medio.

La letra no escrita del pacto que rubricaron Massa y Vidal a principios de año disponía que Sarguini debía intercalar la presidencia del Parlamento a fin de año, cargo que quedará en manos de Manuel Mosca, uno de los hombres de confianza de la gobernadora bonarense, algo que se deberá efectivizar antes de marzo del 2017. Mientras tanto, se abrieron las negociaciones para ocupar la vice y para definir la relación que tendrá el massismo y el oficialismo provincial el año que viene.

Dirigentes del massismo, consultados por este medio, expresaron que «seguramente el tiempo de elecciones haga subir la temperatura» y que será clave como se configure el panorama político el año que viene y el tono que adquiera la campaña: un posible revoleo de carpetazos entre la dupla Massa y Stolbizer y la diputada nacional Elisa Carrió -si es que opta por ser candidata- tendrá su consecuencia en la negociación que Vidal necesitas para poder sacar una ley en el Parlamento en el 2017.

“La relación a futuro va a depender de la estrategia que él proponga para su posicionamiento”, dicen en Cambiemos sobre el líder del Frente Renovador.

¿Esta situación implica que el acuerdo de mutua conviviencia pacífica tiene fecha de defunción? No necesariamente, pero el massismo se prepara para una etapa de profundizar sus críticas, no solo contra Vidal y el gobierno bonaerense, sino también a nivel nacional. Así, se viene un año de cortocircuitos en el Parlamento. Cerca de Vidal son conscientes de esto: a contrarreloj, trabajan para lograr los consensos para que la Legislatura apruebe el proyecto de presupuesto 2017 que presentará el Ejecutivo en los próximos días.

Durante la última semana, la votación de la ley de paridad de género, un proyecto impulsado por el Frente Renovador, y fogoneado por Malena Galmarini, acercó posiciones con el macrismo en la Legislatura luego de meses de desencuentros, en los cuales Cambiemos se volcó a tender puentes con el peronismo no kirchnerista. Solo recordar las elogiosas palabras de la propia Vidal hacia el diputado del Movimiento Evita, Fernando «Chino» Navarro.

Sin embargo, uno de los ministros con perfil político que tiene la Gobernadora bonaerense, consultado por Infobae, planteó un escenario concreto: «Nosotros vemos un escenario que se puede repetir en distintos distritos, con alianzas, respecto a los que fue el 2013, negociar con Massa o con intendentes peronistas que no están en ningún espacio de pertenencia».

Claro que en 2013 el PRO (todavía no existía el frente Cambiemos) no presentó listas de candidatos por estar flojo de papeles en la justicia, por lo que sus candidatos a diputados nacionales (Gladys González, Soledad Martínez y Cristian Gribaudo, entre otros) fueron electos por la lista del Frente Renovador.

Ahora, el objetivo sería reflotarlo pero lejos de la institucionalidad de los partidos. Es decir, cooptando dirigentes y posibles candidatos para las listas de diputados y senadores, pero también para reforzar los concejos deliberantes de cada distrito. Como dijo un importante armador del PRO: «Ahora cerramos el mercado de pases, pero en marzo del año que viene volverá a abrir».

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