El papa Francisco ha enviado a su limosnero, el cardenal polaco Konrad Krajewski, a Tierra Santa esta Navidad para pedir la paz en la región, afectada por la guerra entre Israel y el grupo palestino de Hamas en la Franja de Gaza.
El pontífice, “apesadumbrado por la ‘tercera guerra mundial en partes’ que aflige al mundo”, envió a su emisario, responsable de sus obras de caridad, como “señal concreta de su cercanía a las personas que viven esta guerra”, según informó este viernes el Dicasterio vaticano para el Servicio de la Caridad Apostólica.
“Es el deseo del Santo Padre que este viaje sea acompañado por la oración para obtener el don de la paz en estos territorios donde resuena el ruido de las armas”, afirmó el Dicasterio.
Francisco expresa en cada aparición pública su dolor por la guerra en Medio Oriente, un tema por el que siempre se interesó, llegando incluso a reunir en junio de 2014 al entonces presidente de Israel, Shimon Peres, y al palestino Mahmoud Abbas, en los Jardines vaticanos.
Krajewski se unirá a una “gran invocación por la paz” con el patriarca latino de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, y a toda la iglesia local, para celebrar la Navidad.
El papa pidió no olvidar a los niños que sufren en medio de las guerras
El papa Francisco pidió miércoles que no se olvide a los niños que sufren las guerras e invitó a los católicos a “pedir la paz a Jesús”, en un nuevo llamamiento para la paz en Ucrania, Israel y Gaza durante la audiencia general.
“No olvidemos a la gente, a los pueblos que sufren el mal de la guerra. Las guerras son siempre una derrota, no lo olvidemos. Una derrota en la que sólo ganan los fabricantes de armas. Por favor, pensemos en Palestina, en Israel. Pensemos en Ucrania, que tanto sufre”, dijo el papa en unas palabras improvisadas al final de la audiencia.
Y agregó: “Y pensemos en los niños de la guerra, en las cosas que ven. Vayamos al pesebre y pidámosle a Jesús la paz. Él es el Príncipe de la Paz”.
El mensaje, publicado en los diferentes idiomas del papa en la ex Twitter, continuaba: “El sufrimiento de Belén es una herida abierta para Oriente Medio y para el mundo entero”.
(Con información de EFE)
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